Por Guido Vassallo 

Taiwán, una pequeña nación cercana a China, es uno de los pocos lugares del mundo que logró enfrentar con éxito al coronavirus. Sin embargo, el organismo que se niega a reconocer su destacada labor es la misma institución que coordina a nivel global la respuesta a la pandemia: la Organización Mundial de la Salud (OMS). El gobierno taiwanés había alertado a la OMS a fines de diciembre sobre el riesgo de transmisión del nuevo virus de humano a humano, y para evitar suspicacias compartió los mails que lo comprueban. La isla de 24 millones de habitantes solo reportó en tres meses 6 muertos y 385 casos de Covid-19, y la mayoría de los contagios son importados. El gobierno taiwanés no necesitó meter mano a las rígidas medidas adoptadas en otros puntos del planeta para combatir la pandemia.

El vínculo entre Taiwán y la OMS no goza de buena salud. Funcionarios sanitarios de Taipei, la capital taiwanesa, habían informado días atrás que a fines de diciembre le alertaron a la OMS sobre el potencial riesgo del nuevo virus, pero nunca tuvieron una respuesta concreta. Por ese motivo, Taiwán decidió hacer público el intercambio de mensajes. "Este es el correo electrónico del pasado 31 de diciembre del 2019 que el gobierno de Taiwán envió a la OMS sobre la detección de una neumonía atípica en China conocida como SARS con pacientes tratados de forma aislada, es decir, transmisión de persona a persona", detallaba uno de los mails reservados difundidos el martes. En ese mensaje, el gobierno taiwanés informaba la existencia de siete contagios en Wuhan, donde se originó la pandemia. Previamente, la OMS había negado enfáticamente la existencia de esos intercambios.

Pero el enfrentamiento entre Taiwán y la OMS tiene varios capítulos. El jueves pasado, el gobierno de Taiwán había condenado las acusaciones de racismo vertidas por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien aseguró que existe una campaña en su contra orquestada por la cancillería taiwanesa. "Protesto enérgicamente por las acusaciones de que Taiwán está instigando ataques racistas en la comunidad internacional", dijo al respecto la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen. "Taiwán siempre se ha opuesto a toda forma de discriminación. Durante años, hemos estado excluidos de organizaciones internacionales y sabemos mejor que nadie qué se siente al estar discriminados y aislados", apuntó la mandataria.

En una conferencia de prensa celebrada en Ginebra una semana atrás, el director de la OMS se había referido a supuestos insultos provenientes de Taiwán. "Hace tres meses, este ataque vino de Taiwán. Hay que ser honestos. Voy a ser claro: de Taiwán. Y el ministerio de Exteriores también conoce la campaña. Y no se disociaron de ella. Incluso empezaron a criticarme, pero no me importó", dijo Ghebreyesus. "Comentarios racistas, insultos, 'negro'. Estoy orgulloso de ser 'negro'. No me importa. Hasta amenazas de muerte. Me dan igual", agregó. Hasta el momento, Ghebreyesus no mostró ninguna prueba concreta de las acusaciones, más allá de decenas de tweets de dominio público.

A esta polémica se une la surgida a fines de marzo a raíz de una entrevista por videoconferencia de la cadena hongkonesa RTHK con el jefe del comité de Expertos Covid-19 de la OMS, Bruce Aylward. En el segmento, la periodista Yvonne Tong le preguntó si la OMS reconsideraría permitir que Taiwán se uniera a la organización. Luego de un largo silencio, Aylward le dijo que no podía escucharla bien y le pidió que pasara a la siguiente pregunta. Insistente, Tong le dijo que le gustaría hablar sobre Taiwán. En ese momento, Aylward pareció colgar la videollamada.

Cuando la periodista llamó nuevamente, le preguntó otra vez si podía referirse a la respuesta de Taiwán al coronavirus. A lo que Aylward respondió: "Bueno, ya hemos hablado de China". La respuesta generó una gran polémica en las redes sociales, ya que para muchos reflejaba la postura de China sobre Taiwán, que considera a la isla como una "provincia rebelde".

El enfrentamiento entre Taiwán y la OMS parece no tener fin, al menos en el corto plazo. La membresía de la organizacion mundial solo es otorgada a países miembros de Naciones Unidas (que tampoco reconoce a Taiwán), o cuyas solicitudes son aprobadas por la Asamblea Mundial de la Salud. Pero el desprecio de la OMS va incluso más allá: la institución enumera las estadísticas de coronavirus de Taiwán junto con las de China.

El modelo taiwanés

La estrategia satisfactoria de Taiwán contra el coronavirus es un combo que incluye la vigilancia temprana, el ágil intercambio de información con el público, la aplicación de tecnología a través de la big data y plataformas en línea. El enfoque taiwanés cosecha elogios en todo el mundo porque logra mantener en un nivel extremadamente bajo los niveles de muerte y contagio por Covid-19. 

"Países como Taiwán (..) mostraron que la acción rápida para la detección y el aislamiento de nuevos casos puede resultar un factor decisivo para contener la propagación", expresó a la BBC el epidemiólogo Tolbert Nyenswah, profesor de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos. Otras medidas incluyen la drástica reducción de vuelos entrantes desde China y la precoz imposición de cuarentenas a los recién llegados al país.

Un artículo publicado por el Journal of the American Medical Association destaca además la preparación de Taiwán frente a eventuales eventos de este tipo, con la creación en 2003 de un comando central para el control de epidemias. El organismo fue instalado tras la crisis del SARS y desde entonces realizó varios ejercicios e investigaciones para dar respuesta a potenciales epidemias. Allí parece residir otro de los secretos de un éxito que continúa siendo ignorado por la OMS.