En mayo de 2013 se fusionan dos de las mayores corporaciones globales especializadas en recursos naturales, los traders de commodities Xtarta y Glencore. La fusión de los dos gigantes fue una de las mayores de la historia de la Bolsa de Londres y dio a luz al mayor trader global. 

En 2018 la empresa facturó 219 mil millones de dólares, emplea a más de 152.000 personas en el mundo y tiene una flota propia más grande que la Armada Británica. Su historia sin embargo se remonta a 1974 cuando Marc Rich funda la empresa que se especializa en infringir embargos a los regímenes más crueles y dictaduras de todo tipo, un negocio que las grandes empresas y los carteles del petróleo y la energía tenían cerrados. Se asoció y concretó fabulosos negocios con el régimen del apartheid en Sudáfrica, en Irán, con la dictadura de Pinochet en Chile, Slobodan Milosevic en los Balcanes, Kim Il Sung en Corea del Norte, Ferinand Marcos en Filipinas y un favorito hasta el día de hoy la República Democrática del Congo, entre otros.

En 1983 Rich fue acusado en los Estados Unidos por evasión de impuestos, fraude, comercio con el enemigo, desfalco y negocios ilegales. Prófugo de la justicia por casi dos décadas y en la lista de los diez más buscados por el FBI, se afianzó en el Cantón de Zug en Suiza, desde donde comanda la mayor empresa del país y la número 16 en el ranking mundial de Forbes 500. En su último día en la Casa Blanca en 2001, Bill Clinton firmó un indulto presidencial para Marc Rich.

Los problemas de la empresa no terminaron con el indulto a su dueño ni con la entrada a la bolsa de valores, por el contrario, el escándalo de los Panama Papers, los Paradise Papers y la publicación de los correos electrónicos de Hillary Clinton sacaron a la luz nuevamente una maraña de todo tipo de delitos, evasión, extorsiones. También el uso de milicias y mercenarios armados en sus minas en África y América Latina. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que sacó a la luz los Panama Papers y las cuentas offshore de una buena parte de los funcionarios de Cambiemos, tiene una extensa sección sobre Glencore.

En diciembre del año pasado el gobierno de Gran Bretaña a través del “Serious Fraud Office” (oficina de delitos fraudulentos) abrió una investigación por graves delitos impositivos, el año anterior en 2018 Glencore fue citada a declarar al Departamento de Justicia de los Estados Unidos por violaciones a la ley de actos de corrupción en el extranjero por sus operaciones en Nigeria, Venezuela y la República Democrática del Congo, este último, escenario de la muerte de un número indeterminado de mineros por una avalancha en una mina de cobalto, en la que además trabajaban menores de edad. 

La mina polimetálica Bajo la Alumbrera en Catamarca operada desde 1997 por Xtrata trajo a Glencore al país, cabe recordar que la mina es una de las mejores demostraciones de mal desarrollo, más allá de los números declarados de unos 11 mil millones de dólares en oro y metales que son irreales, dejó como legado una recordada intervención de la entonces gobernadora suplicando en la televisión pública que por favor la empresa confeccionara la ropa de trabajo de los mineros en la provincia y no la traiga de China. Hoy Glencore es propietaria de las minas Agua Rica y El Pachón pero se hizo más notoria por el desfalco que hizo en conjunto con Vicentin a toda la sociedad argentina a través de los créditos otorgados por el Banco Nación por 18.500 millones de pesos.

La trama de corrupción del gobierno de Cambiemos tiene su matriz en la última dictadura militar, y esta vez en democracia utilizaron y quieren utilizar los mismos mecanismos, fuga de capitales, estatización y socialización de gigantescas deudas y extorsión. La empresa Vicentin fue una de las mayores donantes a las campañas Cambiemitas, o se podría decir que varios millones que salieron del Banco Nación en vez de llegar a la empresa llegaron a varios otros lados, como periodistas amigos o bancos en Suiza. ¿Cuantos miles de Pymes y argentinos se verán imposibilitados de acceder a créditos porque Vicentin acaparó un 20 por ciento del patrimonio del Banco Nación? 

Los sótanos de la democracia tienen padrinos globales, funcionan gracias a estos entramados turbios, si realmente vamos a decir nunca más a los sótanos de la democracia entonces se justifican todos los esfuerzos del Estado para impedir que Glencore se quedé con la mayor cerealera del país.

* Economista del CESO.