El exministro Sergio Moro declaró en el marco de la investigación abierta contra el presidente Jair Bolsonaro . La semana pasada, al presentar su renuncia, Moró acusó al mandatario de intentar interferir políticamente en la Policía Federal (PF). Esta entidad lleva adelante investigaciones contra dos de los hijos del presidente, Flavio y Carlos Bolsonaro. Afuera de la Superintendencia de la PF, donde declaró el exjuez, se cruzaron manifestantes a favor y en contra de Bolsonaro. Por su parte el presidente calificó a Moro de Judas e insinuó que el exministro interfirió para que no se investigue la puñalada que recibió en 2018.

Durante la jornada del sábado Moro declaró en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba. En su etapa como magistrado, allí mismo lideró la causa denominada Lava Jato que llevo a la cárcel al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, junto a otros empresarios y políticos. Esta vez le tocó al exjuez someterse a las preguntas de los agentes bajo la atenta mirada de tres procuradores designados por el fiscal general, Augusto Aras, para que acompañaran las diligencias.

La renuncia de Moro se produjo después de que el presidente decidiera destituir al jefe de la PF Mauricio Valeixo. Al día siguiente el exjuez lanzó fuertes críticas sobre Bolsonaro, por lo que el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) José Celso de Mello ordenó que Moro prestara declaración. Le dio un plazo máximo de cinco días para hacerlo. Tras recibir el aval del STF, la Fiscalía abrió una investigación contra el presidente, quien podría haber incurrido en delitos de carácter penal, como coacción, prevaricación u obstrucción a la Justicia. No obstante, Moro también figura entre los investigados. En caso de que no se comprueben sus acusaciones podría ser denunciado por "calumnia", lo que el exjuez interpretó como una forma de "intimidarlo".

El exministro dijo el viernes en una entrevista a la revista Veja que presentará pruebas al STF para demostrar el intento de Bolsonaro de entrometerse en la PF. Si hubiera indicios suficientes, la Fiscalía podría presentar una denuncia formal contra Bolsonaro ante el Supremo. Para dar curso a la misma el tribunal necesita el aval de una mayoría de dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados (342 de un total de 513).

La PF funciona como una especie de FBI. El organismo quedó en el ojo de la tormenta ya que lleva adelante investigaciones contra dos de los tres hijos de Bolsonaro que participan en política. La primera es contra Carlos Bolsonaro, de 35 años y segundo hijo del mandatario, por la diseminación en redes sociales de noticias falsas. Las mismas habrían sido lanzada en internet por grupos vinculados a Carlos, que actualmente es concejal de Río de Janeiro. La otra investigación avanza contra Flavio Bolsonaro por blanqueo de capitales mientras era diputado de Río. Flavio, de 39 años, es el hijo mayor del presidente y actualmente es senador.