La cuarentena por el coronavirus llevó a la inclusión financiera a transformarse en un tema central del debate público, motivado por las largas filas de los jubilados para cobrar, las dificultades para acceder al Ingreso Familiar de Emergencia,  los problemas que generó el cierre de los Pago Fácil y las demoras para obtener créditos para pagar salarios. El Banco Central publicó el jueves su segundo informe de inclusión financiera, donde queda claro el punto de partida deficitario que explica los problemas actuales. 

Bancarización

A lo largo de la última década, se registró un crecimiento interanual del 8 por ciento en la cantidad de cuentas de depósito en pesos cada 10 mil adultos. “El 66 por ciento registró un saldo promedio muy bajo, menor a 3 mil pesos, lo cual indicaría el bajo uso de las cuentas de depósito tanto para fines transaccionales como de ahorro”, dice el informe del Central.

En Argentina, el 80 por ciento de la población adulta posee al menos una cuenta bancaria. Sin embargo, sólo la mitad afirma tenerla, lo que podría “reflejar el desconocimiento de muchas de las personas respecto de la posesión de cuentas”, dice el documento. “Este desconocimiento sobre la tenencia de cuentas podría provenir en mayor medida de los segmentos que perciben jubilaciones, pensiones y el pago de programas sociales”, agrega la entidad monetaria. Esto es porque los jubilados van a cobrar al banco por ventanilla toda la mensualidad, pese a que tienen una cuenta en esa misma entidad donde la Anses deposita ese dinero. Si tramitaran la tarjeta podrían retirar sus haberese por cajero cuando quisieran, pero muchos no tienen clara esa posibilidad y no saben que si no hacen el retiro en la fecha de cobro el dinero no vuelve a la Anses sino que queda en su cuenta. 

También las largas filas de jubilados mostraron que la situación es desigual en los distintos barrios. El informe exhibe que existe disparidad entre en la presencia de entidades financieras en las distintas provincias y barrios. Por ejemplo, partidos como San Isidro tienen 19 puntos de accesos para depósito o retiro de dinero cada 10 mil habitantes, lo cual más que duplica al de Florencio Varela o José C. Paz, con 3 y 2,3 en cada caso.

Créditos

A fines de abril, una de cada cuatro empresas seguía en proceso de observación para obtener un crédito para pagar sueldos de marzo, según el Observatorio Pyme.  El informe del Banco Central señala que mejoró el financiamiento de las microempresas, que representan el 84 por ciento del total del país. La proporción que accedió al crédito aumentó de 38 al 53 por ciento entre 2007 y 2018. Pese a esta mejora, no dejan de ser apenas la mitad. En el caso de las grandes empresas, lo hicieron casi en su totalidad (la proporción fue del 96 por ciento).

Entre el 2015 y el 2018 (último dato publicado), para las mipymes cayeron los adelantos, los documentos, los créditos hipotecarios y prendarios y sólo aumentaron las prefinanciaciones. En términos relativos a la cantidad de empresas excluidas, los sectores agropecuario y de industria y minería fueron los que registraron el mejor desempeño de financiamiento entre 2007 y 2018.

En cuanto al financiamiento irregular, hasta 2013 las microempresas tenían menor proporción que las medianas y grandes. Luego la proporción con problemas de impago se invierte. A partir del 2016 se da un “pronunciado empeoramiento del indicador para las micro, que llegan a un máximo de 6,9 por ciento del total con saldos de deuda en situación irregular”, dice el informe. “Si bien a partir de 2018 es pronunciado el aumento de este indicador para todos los tamaños, se amplía la brecha en detrimento de las más pequeñas”, agrega.

Ahorros y deudas

El ministro de Economía, Martín Guzmán, reiteró en diversas entrevistas que uno de sus objetivos será “recuperar la moneda”. Según el informe del Central, la cantidad de plazos fijos en pesos se mantiene constante desde hace una década. “Sólo una pequeña proporción los utiliza como instrumento de ahorro”, dice el texto. Por el contrario, las cuentas de depósito en moneda extranjera casi que se duplicaron entre 2016 y 2019, al pasar de 1485 a 3085 cada 10 mil adultos. Este año la única variante significativa vino de la mano de los plazo fijo precancelables en UVA que, debido a la baja de la tasa en los plazos fijos tradicionales y los controles de capitales que limitan el acceso al dólar, duplicaron el volumen de su monto en las entidades financieras durante el último mes y explican alrededor del 10 por ciento del aumento total de las colocaciones desde el 13 de abril.

Además, se registró un aumento de la cantidad de personas con deuda en situación irregular. Aumentó 4 puntos porcentuales entre 2017 y 2019 para personas y 3 puntos para empresas, en parte por “las condiciones adversas en las que operó la economía”, y por la “persistencia de tasas de interés elevadas”.