El Hospital de Clínicas comenzará a tratar con plasma de personas recuperadas del coronavirus a pacientes contagiados de covid-19 y que estén cursando una infección moderada o grave. El protocolo se trabajará de manera conjunta con la Facultad de Medicina de la UBA, explicaron las autoridades del centro médico.

"Los anticuerpos son defensas naturales del organismo, la primera línea de combate contra la enfermedad. Una vez que la persona se recupera, esos anticuerpos quedan en el organismo, más precisamente en el plasma, la parte líquida de la sangre", detalló Alejandra Vellicce, jefa del Departamento de Hemoterapia del hospital. De cada 10 personas infectadas, "se estima que 7 desarrollan anticuerpos una vez superada la infección", añadió la especialista.

Vellicce informó que, hasta el momento, el uso de "plasma de convaleciente en el tratamiento de pacientes covid-19 muestra resultados de notable mejoría", aunque todavía "es un método experimental" porque aún "no se cuenta con un tratamiento específico para la enfermedad".

Para la extracción de plasma, se recurre a "procedimientos habituales y seguros en los bancos de sangre y seguros", explicó la especialista. El plasma se obtiene mediante una técnica llamada aféresis, que permite la separación de los diferentes componentes de la sangre: glóbulos rojos, plaquetas y plasma. Para esto, se realiza una punción de una vena del brazo por la cual se extrae la sangre, mientras que, en forma simultánea, por otra vena se devuelve el resto de los glóbulos rojos y plaquetas.

Pueden donar las personas recuperadas de covid-19 y que tengan más de 18 años, se encuentren en buen estado clínico y no tengan circulación viral en el organismo (algo que será verificado en el hospital). Quienes quieran participar, deben comunicarse por correo electrónico a [email protected] o por teléfono al 113614-2839 de lunes a viernes de 9 a 13 horas.


Experimentales pero extendidos y a gran escala

Los tratamientos con plasma de personas recuperadas de covid-19 comenzaron a utilizarse en China al comienzo de la pandemia. La estrategia resultó eficaz en estudios a pequeña escala contra otras enfermedades infecciosas como el Ébola y el SARS. 

En Argentina, el 18 de abril el Ministerio de Salud de la Nación informó que creó un Registro Único de Ensayos Clínicos, en el que se centralizará la totalidad de los ensayos realizados en el ámbito público y privado, de modo tal que se puedan compartir los resultados obtenidos. 

Poco después, el ministerio anunció también un ensayo clínico nacional para evaluar la seguridad y eficacia del uso de este plasma para el que seleccionó cuatro establecimientos de gestión estatal (el hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce, de Florencio Varela; el hospital nacional Profesor Alejandro Posadas, de El Palomar; el hospital general de agudos Carlos G. Durand, de la Ciudad de Buenos Aires; el hospital interzonal General de Agudos Vicente López y Planes, de General Rodríguez), y dos instituciones privadas, la fundación Hematológica Sarmiento, de la provincia de Buenos Aires, y la porteña fundación Hemocentro Buenos Aires.

Además,  esos tratamientos comenzaron a evaluarse y aplicarse en el Hospital Italiano y el Cemic .

El uso de plasma de convalecientes como terapia fue implementado con éxito hace más de medio siglo por el investigador Julio Maiztegui en la lucha contra la fiebre hemorrágica argentina, conocida como el Mal de los Rastrojos.