“Se vuelve atrás”, dijo Esteban Sanzio, el intendente de Baradero, al conocer que dos casos dieron positivos de covid-19, en personal de salud de la ciudad. “Todo lo que habíamos avanzado con las autorizaciones comerciales, lo limitamos por precaución, hasta que podamos contactar a todos sus contactos estrechos", subrayó en la entrevista con Página/12 el jefe comunal. “El agravante es que son profesionales de la salud y por eso tuvimos que aislar a 124 personas --puntualiza-- y estamos viendo cómo evolucionan. Si no saltan otros positivos vamos a avanzar de nuevo con la actividad comercial. Pero ahora y por el cuidado de todos, se vuelve atrás”.

Desde el jueves hay dos casos en Baradero. Una pareja. Él es médico y ella enfermera. Trabajan en el sistema de salud púbica. Además un médico sampedrino que trabaja en Baredero, en el sistema privado. Esto convierte a la región en zona epidemiológica. Y Baradero modifica su estatus sanitario. “Volvimos a cortar la actividad, de manera temporal, porque necesitamos ubicar a todos los contactos estrechos de estos casos”, se explaya Sanzio.

Hacía una semana que la ciudad había comenzado una apertura por tramos, de servicios y comercios no esenciales. Esto afecta el ritmo que comenzaba a insinuarse y pone en alerta el sistema de prevención que había logrado implementar el municipio. “Después de trabajar con nuestro equipo de salud junto al gobierno de la Provincia y a Nación --detalla Sanzio--, ahora por recomendación médica, limitamos nuevamente la actividad comercial”. Se refiere a las excepciones del decreto del 19 de marzo, cuando se inició el aislamiento. “Pensábamos habilitar los comercios por la tarde pero retrotrajimos esa decisión hasta ver cómo evolucionan los contactos estrechos” detalla.

Los contactos estrechos son las personas que estuvieron a menos de un metro y medio de distancia por más de 15 minutos del caso confirmado, explica. “Los casos positivos son tres, dos personas de nuestra ciudad y la otra no, pero atienden en toda la región, aunque no tenían contacto entre ellos. Lo bueno es que están bien, pero tienen miedo por sus pacientes”, cuenta Sanzio.

La confirmación llego el miércoles. A partir de ahí el intendente anunció que solo se habilitarían comercios esenciales “para poder establecer el mapa epidemiológico y aislar los contactos antes de que se vinculen con más personas”. Ese mapa estaba casi completo hasta ayer, viernes. La última información era de 124 personas, entre los 3 casos confirmados. Pero ya surgió otro caso sospechoso, una enfermera de San Pedro que presentó fiebre.

“Cuando levanta fiebre, el primer médico lo informa. Y cuando él lo informa, su pareja empieza a tener síntomas. Se los aísla inmediatamente” explican en el municipio. De inmediato se aisló a todos sus contacto. “Eso redujo la propagación, pero como trabajan en muchas instituciones, el número de contactos es alto --explica Sanzio-- aunque no son todos contactos estrechos. Se los aisló preventivamente y se genera el seguimiento como si lo fueran”.

La población entendió la emergencia. El jueves en que se anunció que volverían a la fase inicial de cuarentena, ya no se vio gente en las calles, cuentan desde el municipio. Y comenzaron a estallar los llamados a la línea de asistencia que coordina Natalia Negri, directora de Relaciones con la Comunidad del municipio. “Tuvimos que habilitar otra línea y en 48 horas hubo más de 500 llamados. Fue bueno porque algunas personas se autorrastrearon. Y lo bueno en la desgracia de que sean médicos es que sus contactos están registrados”, puntualiza Negri.

Por tratarse de ciudades pequeñas, la interacción entre profesionales es de uso corriente. “Pero no podemos cerrar la ciudad a los trabajadores esenciales, tampoco dejar de ingresar alimentos de lugares vecinos” relatan. Aún así, una parte de la población pide que se aisle totalmente la ciudad, mientras otros vecinos piden que se vuelvan a abrir los comercios.

“Tuvimos 50 días de cuarentena estricta. Eso nos permitió afrontar esto y si aparecen casos que podamos contenerlos. El aislamiento inicial sirvió para que el virus no se propague”, enfatiza Sanzio. En la ciudad ya está terminado el hospital de campaña de 70 camas y dispuesto para ampliarse a 120 plazas, en el Club Atlético Baradero. Con el Comité de Crisis y donaciones privadas se amplió la terapia intensiva del hospital público que solo tenía 4 camas. Hoy son 13 y de alta complejidad. “Sabíamos que esto podía pasar y la sociedad respondió bien desde un principio”, remarca Sanzio. Pero advierte: “Tenemos que prepararnos para convivir con el virus hasta que no exista una vacuna, estar alerta y mantener activa la prevención, porque los comercios tienen que funcionar, pero no vamos a volver a abrir hasta no tener certeza sobre el estado de salud de los contactos estrechos de estos casos”.

En la ciudad hoy solo están habilitados los servicios esenciales. Los que proveen alimentos pueden abrir de 8 a 18 horas. Los demás, como venta de garrafas, forrajería, ferretería o farmacia, de 9 a 13. “Hasta que podamos armar el mapa epidemiológico de los contactos y aislarlos, para no maximizar la propagación del virus, vamos a mantener la medida. Fue mucho el esfuerzo que hizo la sociedad en los primeros 50 días. No hay que relajar ahora porque ya vimos, el virus puede entrar, en este caso entra a la ciudad por un profesional que tiene relación con otra ciudad, no era local, pero aquí está, y tenemos que protegernos” sostiene Sanzio.

Protocolo para contactos estrechos

“Hay distintos protocolos para la prevención de la propagación del virus y se aplican estrictamente” señala Natalia Negri. Y detalla: “Para los contactos estrechos, se indica aislamiento de 14 días desde el último contacto con el caso positivo o sospechoso y se recomienda no compartir utensilios cotidianos si viven con otras personas. Tratar de tener una habitación individual y mantenerse a puertas cerradas, pero en comunicación permanente. No es necesario que estén internados. Pero sí desinfectar las superficies, desde el baño hasta los residuos. Y todo lavado con agua caliente desde la ropa hasta los utensilios. Tener a mano y rociar todo lo que entra de la calle con alcohol al 70%, o una solución de agua con lavandina. Mantener la costumbre de lavado de manos y la desinfección de todo lo que entra de la calle, desde zapatos hasta carteras y ropa. No es necesario el barbijo en la casa. Los residuos deben sacarse de la casa en triple bolsa. Una en el tacho de la habitación de la persona infectada o sospechosa. Una segunda bolsa para sacarla. Y otra que se rocía con agua con lavandina para sacarla a la calle”.