188 víctimas asesinadas, torturadas, violadas. 6 cadenas perpetuas, 3 prisiones por 22, 18 y 16 años.

43 años después mis 6 cruces llegaron al césped de la paz y la justicia.

El jueves pasado, 14 de mayo, el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario dictó su veredicto en las causas de delitos de lesa humanidad Feced III y IV cometidos durante la dictadura militar en el Servicio de Informaciones de Rosario. Una moderna mazmorra en pleno centro rosarino donde fueron asesinados, torturados y vejados casi 2.000 detenidos desaparecidos.

Las penas acercan la justicia a la verdad y a la memoria, pero traen la reivindicación política, social, humana de la gran mayoría de nuestro pueblo al ser expresión de nuestro rechazo visceral a la eliminación de un hermano/a.

–Me violaron Lito… Reconocí la voz de Caty entre la oscuridad de las vendas y el dolor de la picana tirado en el piso.

El horror apareció reptando, con 20 años, ilusiones, mirada y sonrisa diáfana. La violaron y después la mataron.

El hombre argentino –hagámonos cargo– fue capaz de crear esa fábrica de muertes, violaciones, degradaciones, destrucción en masa y seleccionada. Los argentinos hoy tiramos abajo esa fábrica horrenda, con lucha, con justicia, con memoria, con amor. Estamos hermanando gente que se mira a los ojos sin odio ni dolor.

–Me violaron Lito… Aunque tu dolor hondo, inmenso sea imposible de expresar, hoy los condenaron también por violarte, no sólo por torturarte y tirarte muerta en enero de 1977 en Cafferata y Ayolas junto con tus cinco compañeros.

No me saco las 6 cruces, sólo agradezco que hoy tengan un lugar con más sol y me lo reflejen, con caricias que cicatricen los arañazos. De eso se trata también la justicia.

Hugo Elías. 

Sobreviviente en enero de 1977 del Servicio de Informaciones de Rosario.