En la jornada de alegatos del juicio por el femicidio de Anahí Benítez, la joven de 16 años asesinada en 2017 en Lomas de Zamora, el fiscal de la causa y los abogados de la familia pidieron prisión perpetua para Marcos Bazán, uno de los imputados. Por su parte, la defensa sostuvo la inocencia de Bazán al insistir en la falta de pruebas de su relación con la víctima y con Marcelo Villalba, el otro acusado en la causa. En los Tribunales de Lomas de Zamora, amigos de Anahí y organizaciones feministas pidieron que no se cierre la causa y se reabra la investigación de un caso que aún deja preguntas abiertas.  

La última jornada previa al veredicto de los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones, del Tribunal Oral Criminal 7 de Lomas de Zamora, inició con el alegato del fiscal Hugo Carrión. El funcionario pidió la prisión perpetua de Marcos Bazán como coautor, o alternativamente partícipe necesario, de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género", y partícipe necesario de "abuso sexual agravado por acceso carnal". Como principal evidencia, Carrión aludió al rastrillaje del perro Bruno, realizado el 7 de agosto de 2017, tres días después de que el cadáver aparecierá a 300 metros de la casa de Bazán en la Reserva Santa Catalina. Ese día el perro siguió el rastro de la ropa de Anahí hasta el domicilio del acusado, donde se le hizo olfatear la funda de su almohada. Al seguir este olor, Bruno llegó al foso donde el cuerpo había sido hallado. 

Sobre esto también se basó Guillermo Bernanrd Krizan, abogado de la madre de Anahí, Silvia Pérez, para pedir la misma pena. Tanto Carrión como Krizan reconocieron que las pruebas directas son pocas y que "la acusación tiene alto contenido indiciario", según palabras del abogado. Sin embargo, Krizan aseguró que "las evidencias permiten reconstruir el contexto, hay indicios graves, precisos y concordantes". Para el fiscal "los indicios dan por probada nuestra hipótesis".

La hipótesis de Carrión es que Bazán conocía a Anahí y junto a Villalba, que dejó de ser juzgado al alegar problemas psiquiátricos, se aprovechó de su confianza y la secuestró el 29 de julio de 2017. El fiscal alega que la joven fue retenida y drogada en la casa de Santa Catalina para ser abusada por Villalba, lo que se comprobó al encontrarse su ADN en rastros de semen hallados en el cuerpo de la víctima. Según Carrión, al ver la búsqueda policial, ambos "tomaron la decisión de quitarle la vida".

Sin embargo, la defensa del acusado, llevada adeñante por Eduardo Soares y Rosario Fernández, de la Asociación Gremial de Abogados, alegó que desde la etapa de instrucción hasta el juicio no se hallaron pruebas de la relación entre los acusados ni de Bazán con la víctima. "Los amigos más confidentes de Anahí testificaron que ella no conocía a Bazán, que si lo hubiera hecho lo sabrían", afirmó Soares, quien agregó que "lo mismo sucede con Villalba, no hay nada para probar la relación".  

Por su parte, Fernández se refirió al rastrillaje y aseguró que "no se cumplió la cadena de custodia", ya que la prenda de Anahí fue entregada al encargado del rastrillaje un día antes de su realización, y que él la retuvo sin custodia policial hasta el día siguiente. Soares añadió que, una vez hallado el cuerpo, el foso se convirtió en "zona liberada, sin resguardo, cualquiera pudo ir y venir". 

Tras anunciar que el veredicto se dará a conocer el próximo miércoles 27 de mayo, la jueza Moyano cedió la palabra a la madre de Anahí, quien aseguró que para ella Bazán es culpable. Sin embargo, "todavía falta mucho: juzgar a Villaba y a otras personas que nombraron testigos de identidad reservada", añadió. 

Durante la jornada, la Comisión Verdad, Justicia y Transparencia por Anahí Benítez se movilizó a los Tribunales para denunciar que "pretenden cerrar la causa a espaldas del movimiento feminista. Peleamos por la reapertura para saber qué pasó con nuestra compañera". El Centro de Estudiantes de la Escuela Normal Antonio Mentryut de Banfield, al que asistía Anahí, advirtió en un comunicado: "Seguimos con dudas ¿Quiénes mataron a Anahí? ¿Dónde estuvo los días que permaneció desaparecida? ¿Por qué hablan de justicia cuando Villalba no presencia el juicio porque su condición mental 'no lo permite'?".

Además de los testigos reservados que habrían indicado que la víctima pudo ser secuestrada por más de dos personas, la causa esconde otras pistas . El 22 de diciembre de 2017, a solo cuatro meses del asesinato, Damián Lozano, entonces jefe del distrito Lomas de Zamora Norte de la Bonaerense, fue detenido tras la investigación de una red de trata que operaba en el barrio Parque Barón, donde vivía Anahí. La comisaría 9° de ese barrio, allanada en el mismo marco, fue la encargada del operativo de búsqueda de Anahí Benítez. 

Informe: Santiago Brunetto.