En la causa central, los principales imputados son el capitán Rubén Alberto García, de 48 años, quien hizo al menos cuatro disparos; el oficial Leonardo Daniel Ecilape, 26 años, estuvo en la escena del crimen, pero no hay prueba de que disparara, porque era el conductor de uno de los móviles, el oficial Manuel Monreal, 22 años, quien hizo el disparo que hirió a uno de los chicos asesinados, Gonzalo Omar Domínguez, y Mariano Alejandro Ibáñez, 28 años. Los cuatro están acusados por los delitos de “homicidio doblemente agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales y por el empleo de arma de fuego, homicidio consumado con respecto de cuatro víctimas y en tentativa” en el caso de Rocío, que resultó gravemente herida.

Los otros imputados son José Domínguez, 34; Cristian Riguero; Juan Gutiérrez, Argentino, 21; Melina Blanco, 25; Claudio Martínez, 55, ex secretario de Seguridad de Monte; Angel Enrique, 51; José Durán, 39; Julio Micucci, 36, subcomisario ex jefe de la Policía de Monte; Nadia Genaro, 27. Están acusados de “falsedad ideológica en instrumento público y encubrimiento agravado”. Todos están detenidos, con excepción de Riguero, Gutiérrez, De Genaro y Bianco.

Una segunda tanda de policías que fueron acusados también por encubrimiento y falsedad ideológica, siguen procesados y en libertad. Se trata de los policías María Valiente y Marcelo Idarreta. La nómina se completa con Mario Mistretta, Florencia Strankeviucius, Evelyn Yael Vanmoleghey, Camila Galarza, Marisol Rizzo, y Ariel Servia, en estos casos por encubrimiento agravado. Finalmente hay tres peritos de la Policía Científica de Cañuelas por los mismos delitos.