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Arqueólogos mexicanos encontraron restos óseos de 60 mamuts en el campo donde se construye un nuevo aeropuerto internacional para la Ciudad de México. El descubrimiento, calificado como un hito científico en el país, podría comprometer la construcción de una de las obras insignias del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las osamentas de estos gigantes mamíferos, que habrían vivido hace más de 14.000 años, fueron halladas en la base militar de Santa Lucía, a unos 45 km de la capital. "Es el hallazgo más grande de este tipo. Nos permitirá tener una muestra muy importante para llevar a cabo muchos estudios en el mundo sobre estos mamíferos", celebró el arqueólogo Pedro Sánchez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Ya en abril de 2019 el INAH había descubierto huesos de unos 14 mamuts, que datan del pleistoceno, por lo que decidieron continuar con las excavaciones, pero esta cantidad de restos óseos sorprendió a todos. "No suponíamos que era un número tan alto de osamentas (…), se están haciendo excavaciones pertinentes, muy cuidadas para poder recuperar estos vestigios", remarcó el especialista. 

El experto detalló que casi todos los esqueletos son de la variedad columbi o mamut colombino. En la zona trabajan 31 arqueólogos y tres restauradores, quienes también encontraron osamentas humanas, vasijas, obsidiana y otro tipo de fauna como bisontes y camellos. El arqueólogo adelantó que el INAH planea exponer los vestigios en una galería.

En 1970 se confirmó que los mamuts habían caminado en la antigüedad la capital mexicana, también durante el proyecto de una obra municipal: en la construcción del metro de la ciudad. Estos herbívoros que necesitaban gran cantidad de alimento encontraron en el entorno de los lagos de la cuenca de México un espacio idóneo para vivir, según los especialistas.


Las polémicas alrededor del aeropuerto

La construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, que funcionará en paralelo al envejecido Benito Juárez, estuvo marcada por la polémica. En rigor, el proyecto había sido iniciado por el exmandatario Enrique Peña Nieto en otra terminal, para la que se había destinado 13.000 millones de dólares.

Según López Obrador, ese proyecto estaba plagado de corrupción. Al cancelarlo, los inversionistas privados le dieron la espalda y cuestionaron sus medidas económicas. Por su parte, la oposición considera que la operatividad de la terminal enfrentaría obstáculos logísticos y de tráfico aéreo.