La embajadora argentina ante el Vaticano, María Fernanda Silva, presentó hoy sus cartas credenciales al papa Francisco. "Fue una extraordinaria reunión de una hora y veinte minutos. Lo vi muy pero muy bien", declaró Silva a la salida del encuentro, en el que recordaron a Oscar Árnulfo Romero, en el quinto aniversario de la beatificación del asesinado arzobispo salvadoreño.

Silva fue designada en marzo luego de haber obtenido el plácet en tiempo récord de parte de la Santa Sede. Se trata de la primera mujer en ser designada al frente de la sede diplomática en el Vaticano. Después de entregar sus cartas credenciales al pontífice durante una audiencia que mantuvieron en el Palacio Apostólico, habló durante 50 minutos con el secretario de Estado, el cardenal italiano Pietro Parolin.

A mediados de mayo, Silva había tenido su primer encuentro con la diplomacia vaticana, al entregar la copia de las cartas credenciales al sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Edgar Peña Parra.

Diplomática de carrera, la nueva embajadora ante el Vaticano fue la primera afrodescendiente en el servicio exterior argentino, al que ingresó hace tres décadas. Está previsto que el próximo lunes participe de una misa en la Iglesia argentina de Roma, en su primera actividad como embajadora, para recordar el aniversario de la Revolución del 25 de mayo de 1810.

La primera mujer en ocupar la embajada ante la Santa Sede en la historia de la diplomacia argentina ya estuvo como número dos de la representación entre 2014 y 2015, cuando el titular de la legación era Eduardo Valdés.

Nacida en 1965, Silva tiene una larga experiencia en las sedes en Venezuela, Chile y Ecuador. Años atrás obtuvo la nulidad canónica de la Iglesia Católica porque su exesposo decidió ordenarse como sacerdote. El entonces obispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio fue quien acompañó ese proceso.