“Estoy cumpliendo un sueño”. La voz del otro lado del teléfono denota alegría, sastisfacción y hasta orgullo al pronunciar esa afirmación. No parecería tratarse de una exageración, propia de la sensibilidad a flor de piel que impone la pandemia, sino de una verdad revelada. Hay una carga de sinceridad en el tono. El que la dice es nada más y nada menos que Juan Minujín, el actor y director que lleva sobre sus hombros infinidad de trabajos reconocidos en cine, televisión y teatro. Y su entusiasmo, extrañamente, no tiene que ver con la actuación propiamente dicha sino con haberle puesto la voz en off a Siete mundos, un planeta, la serie producida por la BBC que hoy viernes a las 20.10 estrena en Discovery Channel con motivo del Día Mundial de Medioambiente. A lo largo de 7 capítulos, el ciclo narrado por Minujín muestra bellamente y con la última tecnología la diversa cantidad de especies del mundo animal que habitan el planeta Tierra.

Siete mundos, un planeta es una superproducción que se puede apreciar tanto por su atractivo artístico como por el llamado de atención que hace. Desde lo visual, el ciclo impresiona por la belleza que captan las cámaras de última tecnología, en paisajes y condiciones climáticas tan variadas como extremas. A las imágenes y la narración del actor argentino -para la región sur del continente- se le suma el acompañamiento de la música de Hans Zimmer, de larga trayectoria en la composición de bandas sonoras de películas (Rain Man, Thelma & Louise, Batman Begins, Gladiador y El rey león, por la que ganó un premio Oscar). Al mismo tiempo, la serie (que luego del estreno de hoy se emitirá todos los domingos a las 20.10) alerta sobre los desafíos que enfrentan las diferentes especies animales en el mundo moderno. Cada episodio de Siete mundos... haces foco en una región diferente: Asia, la Antártida, Australia, Europa, África, Sudamérica y Norteamérica.

“Nunca había tenido una experiencia como narrador de documentales sobre el mundo animal y la Tierra, pero siempre fue una fantasía mía”, cuenta Minujín, que sí le había puesto su voz a Historias extraordinarias, el excesivo y peculiar largometraje de Mariano Llinás. “Desde chico me fascinan los documentales sobre la Tierra, el mundo animal, la flora y la geografía. Son mundos que siempre me atrajeron. Y si bien no es algo que hago habitualmente, cuando me contaron que detrás estaba la BBC y Discovery, y me mostraron un documental, inmediatamente acepté la propuesta”, detalla el actor al que, como a tantos otros, la pandemia le suspendió su planificación anual (ver abajo).

Con tecnología de vanguardia y aportando nuevos conocimientos sobre los comportamientos de los animales, Siete mundos... muestra cómo los ecosistemas están cambiando de manera acelerada y, al mismo tiempo, intenta concientizar sobre la responsabilidad que tiene el ser humano de preservar y cuidar la biodiversidad que caracteriza a la Tierra. El ciclo fue realizado a lo largo de cinco años, filmado en 41 países, donde las cámaras accedieron a lugares desconocidos con sofisticados y silenciosos drones que muestran en detalle la vida animal. “La serie está muy bellamente filmada, es una invitación a un viaje hermoso y distinto por lugares del mundo al que de otro modo no podríamos acceder”, destaca Minujín, que hace un tiempo desarrolló -junto a Josefina Jolly e Inés Ulanovsky- Atlantis, un proyecto de mapas gigantes (de la Argentina, de América y los animales, del sistema solar y un mapamundi) para colorear en familia.

-¿Qué te atrajo de Siete mundos, un planeta cuando lo viste y cuál creés que es su aspecto distintivo?

-Además de la preciosura de las imágenes realizada por un departamento especial de la BBC durante años, creo que la serie documental sorprende mostrando los lugares tan extraños en los cuales la naturaleza genera vida, dando detalles de su diversidad y de la dinámica que existe en cada comunidad animal. La fractura de Pangea hace 200 millones de años en los continentes tal cual los conocemos hoy dio vida a mundos animales con especies particulares en cada lugar. Y creo que el documental permite ver y pensar el avance humano sobre la naturaleza, con los procesos de desforestación, de industrialización y urbanización. Ese proceso que se resignificó mucho en estos dos meses de aislamiento por la pandemia mundial. Porque en estos meses, paradójicamente, mientras la humanidad se replegó, la flora y la fauna nos regalaron imágenes insólitas.

-¿En qué lo percibís?

-El aislamiento nos hizo descubrir mundos ocultos. En mi vida cotidiana, por ejemplo. En mi casa tengo un pequeño jardín, y ahora veo y escucho más pájaros. Y lo mismo en las noticias que se van difundiendo, como lo que pasó con los canales de Venecia, que es algo muy florido e ilustra la consecuencia en la naturaleza de nuestra existencia. Las estadísticas demuestran que en estos meses bajó notablemente el índice de polución en ciudades que tienen este problema. La pandemia dejó al descubierto que la evolución de la humanidad provocó un desastre natural y no trajo un mundo mas equitativo. No es que se desforestó o se industrializó pero logramos conformar una sociedad más equitativa y mejorar nuestra calidad de vida; más bien lo contrario. La industrialización y el consumo trajeron una concentración enorme de la riqueza y un despliegue descomunal de la pobreza. Y no solo en América latina: el mundo tiene regiones enteras azotadas por la falta de recursos.

-¿Cree que la pandemia mundial podrá cambiar algo de ese proceso?

-Esto viene pasando hace tiempo, no es nuevo. Hay mucha gente que trabaja para que la humanidad tome conciencia, para revertir este proceso. Lo que me parece es que ahora se corrió la manta y quedó todo al descubierto. Nadie puede hacerse el desentendido. Soy crítico de un progreso no sustentable, que no toma en cuenta la calidad de vida de la gente, y que no intenta cambiar la inequidad social y alimentaria que genera. Hace mucho que el mundo tiende a mayores inequidades. Creo que es momento de hacer algo.

El marginal

Los planes y la pandemia

El año planificado por Minujín voló por los aires. La pandemia y el aislamiento social frenó todos sus compromisos. De hecho, por estos días debería haber comenzado las grabaciones de la cuarta temporada de El marginal, la ficción que tenía fecha prevista de rodaje desde el 1 de junio y de estreno en el último cuatrimestre de 2020. Un calendario que se deberá repensar. “La ficción televisiva argentina está complicada”, afirma el actor. “Más allá de lo económico, va a pasar un tiempo hasta que se encuentre un protocolo para comenzar a grabar. Hay mucha gente afectada, desde técnicos -que en general son trabajadores eventuales, que cobran por producción, y que si no hay produccion no cobran- hasta actores y profesionales de todo tipo. Y son muchos: por cada actor hay diez técnicos. Tanto Sagai como la Asociación Argentina de Actores están llevando a cabo diferentes iniciativas para paliar la situación más críticas de los compañeros. El distanciamiento social complica a la ficción. Habrá que encontrar formatos compatibles. El sector audiovisual se tendrá que adaptar a la nueva normalidad. Pero lo cierto es que por sus características, El marginal es una de las últimas ficciones en volver a grabarse”, analiza Minujín.