El protocolo sanitario que la Ciudad de Buenos Aires pondría en marcha en los comercios de ropa y calzado desde el próximo lunes, como parte de las medidas para flexibilizar la cuarentena por el coronavirus, contempla que los clientes adquieran el producto sin la posibilidad de acceder a la zona de probadores y que puedan devolver la mercadería.

Desde el gobierno porteño informaron que el método que se prevé utilizar, de contar con la aprobación de Presidencia de la Nación, implica también la habilitación para el ingreso a los negocios de una persona cada 15 metros cuadrados de superficie del local y la desinfección previa del calzado a través de una limpieza con dispositivos específicos.

Puntualmente, se estima que no estará permitido el acceso a la zona de los probadores para los clientes, sino que se podrá comprar la vestimenta o el calzado y retirarlo de la tienda. "Si el talle no corresponde o por alguna razón se quiere devolver la mercadería, se podrá hacer la devolución y para eso se está trabajando con el área de Defensa al Consumidor, para generar una herramienta que le permita recuperar el dinero al comprador en una forma más rápida que la habitual", indicaron fuentes porteñas que trabajan en el tema.

Así, se pondrá en funciones otro protocolo, esta vez para el comerciante, que tendrá que someter la vestimenta o el calzado devuelto a un sistema de desinfección antes de volver a ponerlo en venta, que no podrá ser antes de las 48 horas. También regirá la obligación de posibilitar el ingreso de clientes a los locales de acuerdo a la cantidad de metros cuadrados de superficie de su tienda.

Por otro lado, deberán solicitar a los potenciales clientes una serie de medidas de seguridad como requisito para permitir que entren a los locales, como el uso del tapaboca, la limpieza del calzado con dispositivos específicos --como trapos de piso con lavandina-- y el uso de alcohol en gel para las manos.