La Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, el Inaes y el Banco Nación lanzaron una línea especial de créditos a una tasa del 18 por ciento para cooperativas de trabajo. El monto máximo del crédito resulta de la cantidad de asociados registrados multiplicada por tres Salarios Mínimos vitales y Móviles o el equivalente a 30 días de ventas, el que resulte menor. Desde el sector recibieron bien la noticia, aunque consideran que no será suficiente para dar respuesta a su situación. "La herramienta es interesante, pero no va a la matriz del problema hoy. Algunas cooperativas seguramente la vayan a utilizar, la aplicación es sencilla y accesible. En otro marco, sería muy bienvenida pero estamos pidiendo otra cosa", considera el presidente de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (Conarcoop), Ramiro Martínez.

Se comienzan a reembolsar los intereses al cuarto mes, mientras que recién desde el séptimo se empieza a pagar el capital. El FONDEP subsidia 6 puntos de la tasa y cuenta con garantía del FOGAR. el problema es que el 90 por ciento de las cooperativas de trabajo se encuentran paradas. El 10 por ciento restante, que funcionan como actividad esencial porque se dedican a la gestión de residuos, abastecen a la cadena esencial, realizan operaciones de comercio exterior o son textiles reconvertidas para producir insumos sanitarios, operan con la cadena de valor rota tanto por el lado de los clientes como de los proveedores: o tienen dificultades para recibir material de sus proveedores o no tienen mercado para venderlo. La inactividad económica es casi total.

Desde el día uno de la declaración del aislamiento social, hasta este anuncio, el sector cooperativo quedó por fuera de muchas de las políticas de ingresos que puso el Estado a disposición del sector productivo. La medida nacional más importante a disposición del sector es el Programa de Trabajo Autogestionado del Ministerio de Trabajo, que alcanza los 6.500 pesos por trabajador y es incompatible con otros beneficios que cobran muchos trabajadores monotributistas vinculados a cooperativas (como por ejemplo el SUAF). Algunos cooperativistas pudieron acceder a la IFE.

El cooperativismo de trabajo es transversal a todos los sectores: alimentos, metalurgia, gastronomía, hotelería. Hay cooperativas muy emblemáticas que hoy se encuentran cerradas, como el Hotel Bauen, o trabajando a un ritmo de actividad del 20 por ciento, como la gastronómica Ale Ale. “Las bajas en las ventas en una cooperativa se traduce en reorganizar la distribución de excedentes, nosotros no echamos a nadie”, remarca Ramiro Martínez.

El principal reclamo de las cooperativas de trabajo es saldar las desventajas en las que se encuentran al no contar con el encuadre jurídico para ser beneficiarios de la normativa que declara el ATP, el programa estatal que subsidia un 50 por ciento del sueldo de los trabajadores. Para acceder al mismo, las empresas deben presentar su nómica de trabajadores en relación de dependencia, situación que el espíritu propio del cooperativismo no contempla en términos generales.

Existen en el país 8.618 cooperativas, y alrededor del 50 por ciento son cooperativas de trabajo. De los 170.000 cooperativistas registrados por el INAES, hoy en día solamente 8.000 se encuentran recibiendo alguna línea de asistencia del Estado (314 cooperativas, y hay un grupo más en evaluación). Teniendo en cuenta que el Programa ATP asistió en mayo a 2,2 millones de trabajadores, la exclusión de las cooperativas para el acceso a estos beneficios pareciera ser más por desconocimiento que por alguna limitación económica. “Representamos un porcentaje ínfimo. Este proyecto es de todos, nosotros lo apoyamos y creemos que se puede corregir porque las herramientas existen”, concluye Martínez.