“Si tenés trabajo podés comprarte una casa. Es un cambio revolucionario para nuestro país”, dijo ayer el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. El titular de la entidad afirmó que los créditos hipotecarios empezaron a ser accesibles para gran parte de la población. Indicó que hace unos pocos días se anunciaron los nuevos préstamos del Procrear, con los cuales puede pedirse un crédito por 1 millón de pesos y empezar a pagar cuotas mensuales de 2500 pesos. Las cuotas del programa se indexan a la evolución de la inflación y la historia argentina enseña que entrar en un plan de crédito con esas características puede ser un arma de doble filo. Por caso, si se toma la expectativa de precios del mercado para este año, la cuota pasará a costar en unos pocos meses 3100 pesos, con una suba de 25 por ciento. El Gobierno intenta cerrar los salarios con subas en paritarias por debajo del 20 por ciento.  

Sturzenegger expuso ayer en el cierre del XX Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial, la Asociación de Economía de América latina y el Caribe y la Universidad Di Tella. El funcionario leyó un discurso de 12 páginas titulado “el rol del Central en relación con la igualdad de oportunidades y el crecimiento económico”. 

El titular del Central volvió a repetir las muletillas que utiliza en conferencia de prensa. Planteó, por caso, que la inflación es un impuesto que afecta a los más pobres y concentrarse en bajarla es una estrategia con fuerte impronta social. 

El funcionario aprovechó además para contradecir a los economistas que salieron a criticar la elección de la meta del 17 por ciento para la inflación de este año. En las últimas semanas hubo colegas de Sturzenegger que aseguraron que alcanzar ese objetivo de precios generaba un nuevo freno para la economía. “Este año no se presenta un dilema entre desinflación y crecimiento. Una baja de la inflación redistribuye ingreso de las empresas hacia los asalariados, aumentando el salario real. Quienes hoy critican nuestra meta, en realidad están pidiendo que se redistribuya en sentido inverso, de los trabajadores a los empresarios. Nos cuesta entenderlo cabalmente”, dijo. Aseguró que la economía salió de la recesión en el último trimestre de 2016 y que la expansión continúa en los primeros meses de 2017. En febrero, pese a las declaraciones de Sturzengger, los indicadores de consumo cayeron al 4,1 por ciento, según CAME. En enero, en tanto, se registraron bajas del 1,1 por ciento en la industria y del 2,4 por ciento en la construcción, según los datos del Indec.