Las redes sociales explotaron después de que Rodrigo Eguillor, acusado de haber violado a una joven en el barrio porteño de San Telmo a fines de 2018, fuera trasladado a un barrio privado para cumplir arresto domiciliario mientras la Justicia define si puede o no ser juzgado, ya que los médicos forenses afirman que es inimputable.

Eguillor está detenido desde diciembre de 2018 pero el Cuerpo Médico Forense viene informando que es inimputable y cada tres meses se lo examina con el fin de saber si puede o no ir a juicio.

Mientras tanto, el joven fue trasladado al country Solar del Bosque, de la localidad bonaerense de Canning, donde vive su madre, una fiscal del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, luego de terminar un tratamiento psiquiátrico.

Los comentarios en las redes apuntaban contra la detención domiciliaria como que fue dispuesta producto de los vínculos judiciales que presuntamente accionó su madre, fiscal de Lomas de Zamora. Los reclamos también apuntaron a la coincidencia con el caso de Chubut, de la adolescente violada por una patota, caso en el que el fiscal Fernando Rivarola en supuesto acuerdo con la víctima pidió que a tres de los acusados se les realizara un juicio abreviado tras el reconocimiento de su participación, planteo que ayer fue rechazado por el juez del caso. Por otro lado, también se recordó la coincidencia con la fecha del femicidio de Angeles Rawson, cometido en 2007.

El caso de Eguillor se sigue en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 10, a cargo del juez Alejandro Noceti Achaval, que por ahora viene solicitando informes . médicos para saber si puede o no ir a juicio.

En tanto, por ahora el proceso está suspendido en función del artículo 77 del Código Procesal Penal que prevé que si durante el proceso judicial se detecta una incapacidad mental del acusado, el tribunal podrá suspender la tramitación de la causa y ordenará la internación de la persona en un establecimiento donde se le informará sobre su estado.

Rodrigo Eguillor fue conocido luego de una denuncia de violación en San Telmo, en 2018. Cuando la Policia de Seguridad Aeroportuaria lo demoró en Ezeiza, comenzó a gritar a los periodistas pidiendo "¡llamen a mi vieja!".