La aprobación del protocolo en Ciudad de Buenos Aires que habilita parcialmente la actividad musical (sin público) en salas de ensayos, clubes de música y estudios de grabación, sin dudas, fue un importante avance para la reactivación del sector. Sin embargo, el protocolo elaborado de manera conjunta entre la Asociación Civil de Managers Musicales Argentinos (Acmma) y el Ministerio de Cultura porteño "no contempla al total de los y las protagonistas” que intervienen en “las actividades de la creación, interpretación y grabación en estudios vía streaming", según alertaron entidades y colectivos vinculadas a la música independiente.

Por esto, la Unión de Músicxs Independientes (UMI), el Sindicato Argentino de Músicos (Sadem), la Cámara de Clubes de Música en Vivo (Clumvi) y la Red de Mujeres en el Sonidos (RMS), entre otras entidades, solicitaron una reunión de “carácter urgente” con el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, para expresarle su "preocupación" y proponerle que el protocolo vigente "sea ampliado" e incluya a todos los actores de la actividad musical.

Entre las consideraciones, proponen revisar las formas de acreditación de permisos de circulación, incluir a todos los espacios musicales habilitados (o los que tengan habilitación en trámite), incluir los ensayos para quienes van a grabar y/o tocar en los shows a transmitirse por streaming, habilitar las clases particulares de música con distanciamiento social y revisar los horarios en los que se pueda desarrollar la actividad ya que, según el protocolo actual, “en todos los casos la actividad se desarrolla en horario nocturno de 21 a 5 de la mañana”.

“Las salas, estudios y lugares destinados a la actividad tendrán la capacidad máxima en simultáneo de diez personas en el salón principal, siempre que pueda garantizarse la ocupación de una persona cada 15 m²”, precisa el protocolo. Y este es uno de los requisitos más difíciles de cumplir para muchos de los espacios culturales. “La mayoría de los clubes de música quedan afuera con esta medida, casi ningún lugar tiene esas dimensiones”, explica Juan Ignacio Vázquez, presidente de la UMI. “Y quedan afuera locales clase C, como Niceto o Groove, porque no tienen habilitaciones de clubes de música. ¿Por qué no se podría hacer un streaming ahí? El protocolo tiene varias falencias para realizar las actividades que propone y no se tuvo tan en cuenta a los músicos y las músicas”, dice Vázquez. “Estuvo más pensado para grandes productores y la industria no es eso solo”, completa.

“El protocolo que se aprobó puso en primer plano la actividad de la transmisión por streaming. Entendemos que debido a las restricciones de la cuarentena los canales que están habilitados tienen que ver con utilizar la tecnología. Pero que los músicos puedan ir a los estudios de grabación a hacer un disco sigue siendo una actividad primordial y una fuente de trabajo”, sostiene Ana Tarántola, integrante de la Asociación Argentina de Técnicos e Ingenieros de Audio (Aatia). “Si bien valoramos este protocolo, necesitamos que se abran ‘subcarpetas’ para desarrollar una grabación con cualquier ingeniero de sonido y para cualquier músico, no solamente aquellos que ya hayan grabado un disco o tengan un manager o productor”, resalta Tarántola.

Es que uno de los requisitos para solicitar el permiso para desarrollar actividades en una sala de ensayo o estudio de grabación es tener un disco editado o ser socio de alguna entidad de gestión colectiva (AADI, Sadaic) o alguna asociación como Acmma o la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet). “No estamos hablando de sobrecargar a la Ciudad de una cantidad de gente movilizándose, sino contemplar, por ejemplo, a una persona y a un ingeniero de grabación. Los que pueden pedir permiso para ir a trabajar, según el protocolo, son los managers, productores o músicos que tengan filiación a alguna de estas asociaciones. Si vos querés grabar por primera vez, no podés”.

En simultáneo, una mesa sectorial diseñó otro protocolo general pensado a nivel nacional “para organizar el regreso a la actividad de manera segura y responsable” y ya fue presentado al Ministerio de Cultura de la Nación, al gobierno de la Provincia de Buenos Aires y también a Ciudad. "La misión será la conformación de un protocolo único y representativo para todo el sector", dicen las asociaciones, sindicatos, federaciones y cámaras que representan a los diferentes colectivos del sector musical y que conforman la mesa de trabajo. “La mayoría de los músicos se sostiene con la docencia, por eso es importante que el protocolo contemple las clases particulares de música”, resalta Vázquez sobre el que diseñaron a nivel nacional. Este protocolo, de hecho, fue aprobado este jueves en localidades de la provincia de Buenos Aires –fuera de AMBA y sin casos los últimos 21 días- que se encuentran la fase 5.