• Trolls. “Nosotros no tenemos trolls ni call center”, se defendió Marcos Peña ante el cuestionamiento del kirchnerista Guillermo Carmona sobre los más de 50 asesores que acompañaron al jefe de Gabinete y ocuparon el Salón de los Pasos Perdidos aislados con amplios y altos tabiques. Desde ahí se proporcionaban las respuestas con que Peña defendió al Gobierno. Los papeles le llegaban a la secretaria de Relaciones Parlamentarias, Paula Bertol, que como último chasqui le acercaba la respuesta escrita.    
  • Mocoso. En su exposición, el jefe del bloque del FpV-PJ, Héctor Recalde, recordó a Peña la vigencia de la ley de Financiamiento Educativo que establece la paritaria nacional para los docentes. Peña buscó defenderse con la lectura de un artículo de la ley para decir que no existe obligación del Gobierno en convocarlas. “Lea toda la ley, ministro”, le reprochó luego la massista Graciela Camaño. Fuera del recinto, Recalde descargó su disgusto: “Le hago una propuesta para salir del conflicto docente, no cumple la ley y me trata de mentiroso. Es un mocoso insolente”, dijo.    
  • Carteles. Los diputados opositores colgaron carteles con diferentes reclamos. Desde la bancada del FpV-PJ hacían referencia a “la defensa de 64 familias de Sancor” despedidos en la planta de Centeno, en Santa Fe. “Yo apoyo la lucha docente” y “que Macri ponga la plata”, decían los que desplegó la bancada del FIT-PO. “Si el Congreso aprobó la expropiación ¿qué estamos discutiendo? No al desalojo del Bauen”, proclamaban las bancas del Peronismo para la Victoria-Movimiento Evita que compartía también el Partido Socialista. Los habían acercado los trabajadores del Bauen que se reunieron con los bloques de oposición para insistir en la ley que rechace el veto presidencial a la expropiación.    
  • Liviandad. En su intervención, Felipe Solá atendió a varios ministros, incluyendo a la canciller. “Quiero preguntarle sobre el acuerdo que alegra tanto a la ‘liviana’ canciller (Susana) Malcorra, no liviana de peso, sino liviana mentalmente”, en referencia al acuerdo futuro con la Unión Europea, que a su juicio es muy perjudicial. “Es el peor momento para hacer un acuerdo internacional”, sentenció. “Tenemos una canciller de lujo”, respondió Peña y volvió a cargar contra el kirchnerismo al afirmar “cuyos únicos aliados eran Irán y Venezuela”.
  • Marketing. Marcos Peña, principal encargado de aplicar la estrategia comunicacional del Gobierno que diseña el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba, eligió confrontar con el kirchnerismo y no con el massismo. Pero los cuestionamientos de Solá lo hicieron apartarse del plan. “La única grieta es la marginalidad y la exclusión. Solucionemos eso y no verseemos más con una agenda política para buscar posicionamientos, para decir dos caras de la misma moneda, eso es marketing diputado”, le respondió Peña a Solá con un palo por elevación hacia Sergio Massa. 
  • Interna. La relación política entre el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, no es la mejor y se expresó en medio del informe del ministro. El kirchnerista Guillermo Carmona fue hasta el estrado de la presidencia para quejarse por las chicanas que Peña hacia José Luis Gioja, quien como presidente del PJ adhirió al pedido de juicio político al presidente Macri, y luego no le aceptaron cederle la palabra al sanjuanino para que le respondiera. “No mando acá en esta casa. Es una decisión del presidente”, le contestó Peña a Carmona. Monzó le recriminó a Carmona pero también a Peña. “Continúe ministro y diríjase a la presidencia”, disparó, aunque le negó la palabra al sanjuanino.