La primera ganadora argentina del premio International Rising Talents (Talentos Emergentes Internacionales) es Julia Etulain. Tiene 33 años, y reside en Remedios de Escalada, al sur del conurbano bonaerense. Es licenciada en Ciencias Biológicas, doctora en el área de hematología, investigadora asistente del Conicet y trabaja en el Laboratorio de Trombosis Experimental del Instituto de Medicina Experimental-Conicet/Academia Nacional de Medicina. Fue ganadora en el año 2015 de la Beca Nacional L’Oréal-Unesco For Women In Science. Su proyecto consiste en la optimización del Plasma Rico en Plaquetas (PRP) para su aplicación en medicina regenerativa.

–Usted se dedica a la investigación de las plaquetas, unas células saguíneas que participan de la coagulación de la sangre...

–Sí. En realidad, a la investigación de un aspecto específico de esas células. 

–¿Cuál?

–Se demostró que las plaquetas, además de su papel en la coagulación, tienen también una función en la regeneración de tejidos, de todo tipo, muscular, tendinoso, óseo... Bueno, yo me dedico a estudiar esa función.

–¿Podría presentarnos mejor a las plaquetas? Normalmente, lo que sabemos es que tienen que ver con la coagulación. Y si hay pocas podemos sufrir hemorragias y si hay muchas podemos desa- rrollar coágulos y tener un ACV. ¡Ah! También tienen algo que ver con la hemofilia...

–Bien. Las plaquetas son células de la sangre, que está compuesta además por glóbulos blancos, glóbulos rojos y plasma, que es un líquido amarillento en el que “nadan” las células. Mi investigación tiene que ver con el plasma y las plaquetas.

–Hablamos antes de la función de regeneración de tejidos. ¿Por qué es importante?

–La capacidad del cuerpo de regenerar tejidos se pone en juego especialmente en el caso de heridas y en las cirugías. Una herida que no se cura o tarda mucho puede ser la puerta a infecciones, a necrosis, obligar a amputaciones... Y hay muchos métodos para ayudar al cuerpo en esto, pero son muy costosos y no todos están disponibles en el país. Y como la ciencia y la medicina son para todos, es necesario encontrar soluciones alternativas. Está muy bien que se extienda la expectativa de vida, pero también queremos que lo que mejora la calidad de vida esté al alcance de todos. 

–Y entonces aparece usted...

–Sí, con la gente del Instituto de Medicina Experimental, del Conicet y la Academia Nacional de Medicina. Nuestro proyecto se aplica al Plasma Rico en Plaquetas (PRP), que se obtiene muy fácilmente por centrifugación de la sangre, en un proceso muy sencillo y con máquinas que hay en cualquier laboratorio del país.

–¿Qué es el PRP?

–Es un producto sanguíneo que se usa desde hace más de tres décadas en España, aunque acá en la Argentina es casi desconocido. En el PRP, las plaquetas están activadas para liberar los factores de regeneración.

–¿En qué consiste, específicamente, su aporte?

–En el desarrollo de un método de obtención del PRP optimizado para la regeneración de tejidos. Hasta ahora, los métodos que se usaban para obtener PRP no tenían en cuenta qué uso especifico iba a dársele. Entonces se conseguía un preparado que no siempre era eficaz para la regeneración.

–¿Cómo se usa el PRP? ¿Se inyecta, se hacen aplicaciones tópicas...?

–De las dos formas, depende de lo que haya que tratar. Por ejemplo, en una herida superficial, se hacen aplicaciones tópicas. Pero si lo que se quiere regenerar es un hueso, por ejemplo, se inyecta.

–¿Y se usa PRP del propio paciente o se puede usar el de otra persona? Si usan el propio, disminuye el riesgo de rechazo...

–Esa es una cuestión a la que le prestamos mucha atención, ya que cada vez que se introduce tejido en el cuerpo, hay que tener en cuenta la posibilidad de rechazo. Pero hasta ahora no hay registro de rechazo al PRP de otras personas. Igual es algo que se sigue investigando, porque hasta ahora sólo puedo decir que no hay casos registrados, pero no sé si no aparecerá alguno.

–¿En qué casos se usa?

–Por ejemplo, se está investigando su eficacia en el tratamiento del pie diabético, que presenta heridas que tardan muchísimo en cicatrizar, con el consiguiente riesgo de infecciones. A veces estas heridas terminan en amputación. El PRP está demostrando ir muy bien encaminado para estos casos. 

–¿Y en caso de quemaduras?

–También. El problema aquí es que el PRP no puede usarse sobre heridas infectadas. Entonces hay dos caminos, o se usa rápidamente, sin dar tiempo a que la infección se produzca, o se cura primero la infección y luego se usa PRP. 

–¿En España también se usa en esos casos?

–Lo usan sobre todo los deportistas, para regenerar los tejidos después de las lesiones que sufren en la práctica deportiva. Lo usan mucho porque no está prohibido, no les va a dar un doping positivo. 

–¿Los factores de crecimiento de las plaquetas tienen algo que ver con el tratamiento que siguió Messi de chiquito?

–No. Messi siguió un tratamiento hormonal, creo, pero no sé. Sólo sé lo que se difundió. Me encanta Messi, pero no seguí su caso científicamente. Sí sé que los deportistas de alta competencia, como Nadal y los demás, usan el PRP.

–¿Cuándo empezó a interesarse en la ciencia?

–Ya desde chiquita. Mi papá compraba la revista Muy Interesante, que a mí me encantaba.Y en la secundaria me encantó biología, me fascinó. Además, soy la hija del medio, y siempre busqué algo en qué destacarme.

–Es un tema ser el hijo del medio, es todo un trabajo sacarse ese estigma de encima...

–¡Claro! Hacemos de todo para que nos distingan...

–¿Y cómo llegó a las plaquetas?

–Fue un largo camino. Empecé trabajando con células madre, y me parecían células muy interesantes, muy importantes. Entonces mi supervisora me propuso trabajar con plaquetas. Yo no quería, me parecían unas células muy simples (¡ni núcleo tienen!). Pero empecé y fui descubriendo cosas cada vez más interesantes en las plaquetas. Ya hace nueve años que las estudio, y pienso seguir. Eso es una de las maravillas de la ciencia, que uno no sabe por dónde va a ir, en qué va a desembocar el camino. 

–¿Y de aquí en más?

–Queremos convertir este método de obtención de PRP en un método de rutina, para que se use en todo el país. Y además estamos desarrollando investigaciones sobre las propiedades del PRP obtenido de personas diabéticas y hemofílicas, a ver si tiene el mismo poder regenerador de tejidos. Pero eso está recién empezando, ya veremos a dónde nos lleva.

–¿Y eso cómo se hace?

–Bueno, hay que desarrollar un protocolo, un procedimiento standard para que sea un método de rutina. Actualmente se lo usa, pero sólo como método alternativo, porque falta el protocolo.

–¿Dónde se lo usa?

–Con el Instituto de Medicina Experimental estamos asesorando al Hospital Alemán, que tiene un servicio de atención al quemado que es fantástico. Pero insisto, sólo es un método alternativo, todavía.

–¿Dónde estudió?

–Soy licenciada en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Y después me doctoré en Bioquímica también en la UBA.

–¡Vaya! Es usted un producto de las oportunidades que brinda la educación pública...