La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de extender el congelamiento de nuevos permisos de residencia y visas de trabajo hasta fin de año, provocó el rechazo de las principales compañías tecnológicas del país, de demócratas e incluso de parte del oficialismo republicano. Bajo el argumento de beneficiar a los millones de nuevos desempleados estadounidenses generados por la crisis económica derivada de la pandemia, Trump emitió el lunes una orden ejecutiva que prohíbe el otorgamiento de visados (green cards) para ciertas categorías de trabajadores extranjeros hasta 2021. Esto podría impedir el ingreso al país de más de 240 mil inmigrantes y evitará, según cálculos oficiales, que empleados extranjeros "ocupen" unos 525 mil puestos de trabajo. 

A pesar de una incipiente reactivación de la economía, desde que se desató la crisis sanitaria 45,7 millones de personas solicitaron los subsidios por desempleo. Ese contexto resulta ideal para que el mandatario estadounidense continúe desarrollando su agresiva política antimigratoria. Finalmente y después de varias idas y vueltas, se publicó el libro de memorias del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, algo que podría convertirse en un nuevo golpe a las aspiraciones presidenciales de Trump.

"Los trabajadores estadounidenses compiten contra ciudadanos extranjeros por empleos en todos los sectores de nuestra economía. Estos trabajadores suelen estar acompañados de sus parejas y niños, quienes también compiten contra trabajadores estadounidenses", argumentó Trump en el decreto publicado en el sitio web de la Casa Blanca. El mandatario, quien en noviembre buscará la reelección, reconoció que entre febrero y mayo el desempleo se cuadriplicó en Estados Unidos y sostuvo que el congelamiento de 60 días que había decretado en abril para dar una ventaja a los trabajadores estadounidense no fue suficiente.

La medida antimigratoria se aplicará a visados que utilizan empresas para captar talento en el extranjero, especialmente en el sector tecnológico pero también en otros como el hotelero. El gobierno también dispondrá trabas a los permisos de trabajo para demandantes de asilo, en momentos en que los solicitantes esperan en promedio dos años para obtener una respuesta. Según la Casa Blanca, el nuevo sistema busca dar prioridad a los extranjeros con mayores capacidades, dando preferencia a aquellos que perciben salarios más altos.

"No sos bienvenido"

Las reacciones al brutal congelamiento de las green cards no tardaron en llegar desde la política local. El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, dijo que se trata de "otro intento más para distraernos del fracaso de esta Administración a la hora de liderar una respuesta efectiva a la covid-19". En su cuenta de Twitter, Biden agregó que los inmigrantes "ayudan a hacer crecer nuestra economía y a crear empleos", y destacó que "el presidente no puede usarlos como chivo expiatorio para escapar de esta crisis".

El senador de Carolina del Sur Lindsey Graham, habitualmente un firme aliado de Trump, también criticó la decisión: "Quienes creen que la inmigración legal, particularmente las visas de trabajo, dañan al trabajador estadounidense no comprenden la economía de Estados Unidos". Añadió que teme que la decisión del presidente "genere una carga en la recuperación económica".

En tanto, sectores del comercio y la industria tecnológica advirtieron que estas medidas pueden, a la inversa de lo que cree Trump, perjudicar la esperada reactivación económica del país. "Colocar un cartel de ‘no sos bienvenido’ para ingenieros, ejecutivos, expertos en TI, médicos, enfermeras y otros trabajadores no ayudará a nuestro país, lo detendrá", dijo Thomas Donohue, de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Por su parte, el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, expresó al diario New York Times  su malestar frente a la medida: "Decepcionado por la proclamación, continuaremos apoyando a los inmigrantes y trabajando para expandir las oportunidades para todos".

A través de un comunicado, el gigante del comercio electrónico Amazon destacó que "evitar que profesionales altamente calificados ingresen al país y contribuir a la recuperación económica de Estados Unidos pone en riesgo la competitividad global de Estados Unidos". En tanto, la red social Facebook expresó que "los titulares de visas altamente calificados juegan un papel fundamental en el impulso de la innovación y eso es algo que debemos alentar, no restringir". 

Desde el inicio de su gobierno en enero de 2017, Trump avanza a paso firme para limitar la inmigración legal e ilegal en el país. Pero recién este año, con la profunda crisis económica desatada por la pandemia, aceleró el proceso con congelamientos masivos como el que contempla el decreto publicado el lunes. La medida es en parte una extensión de la decisión que el presidente tomó en abril , cuando suspendió por 60 días los permisos de residencia permanente en Estados Unidos.

En el medio, el libro de Bolton

A las mencionadas críticas de distintos sectores por sus medidas antimigrantes, Trump sumó el martes otro dolor de cabeza con la publicación de "The Room Where It Happened: A White House Memoir" (La habitación donde sucedió: una memoria de la Casa Blanca), el libro del exasesor de seguridad, John Bolton. La obra llegó a las librerías de Estados Unidos tras los intentos frustrados de la Casa Blanca de impedir su publicación.

Bolton, una de las figuras más conservadoras de Washington, asesoró a Trump desde marzo de 2018 hasta que el mandatario lo despidió en septiembre de 2019, un período en el que puso a la Casa Blanca en pie de guerra contra lo que el exfuncionario definió como una "troika de la tiranía" en Venezuela, Cuba y Nicaragua. 

La amenaza constante de Trump de intervenir militarmente Venezuela contrastaba con su "periódica" solicitud de concertar una reunión con Maduro, una idea que su equipo consideraba contraproducente. El mandatario reflotó esa idea esta semana en una entrevista con el portal Axios , pero después matizó en un tuit que solo se reuniría con Maduro para negociar su "salida pacífica del poder".

Trump dio recientemente señales de frialdad hacia el autoproclamado presidente Juan Guaidó, y el libro de Bolton retrata a un presidente lleno de dudas sobre la idea de respaldar al líder opositor venezolano. "No me gusta dónde estamos. El Ejército entero respalda a Maduro. Siempre he dicho que Maduro es duro. Este niño (por Guaidó), nadie ha oído hablar de él", le dijo Trump a Bolton el 24 de enero de 2019.