Mientras escucho la melodía de Estrellita por el cuarteto de Charlie Parker, combinando vientos, cuerdas y percusión de modo sublime, pienso en las vidas por los márgenes.

En los bordes de la sociedad alienante fructifican también las formas de resistencia a la seducción de mercantilizarlo todo.

Charlie Parker, su rebeldía creativa, el arte de la improvisación y la espontaneidad. Rompiendo todos los moldes de lo establecido, brindando matices, sin esquematismos, tan diversos cada vez como la vida misma, sin sometimiento a las imposturas de moral burguesa.

Por su parte, Paul Auster, como nos relata en sus memorias A salto de mata, rechazando los privilegios de una vida acomodada y tomando partido explícito por los humillados y ofendidos por la hipócrita sociedad capitalista.

Partícipe activo en las revueltas juveniles de fines de los años 60 en la Universidad de Columbia. Impulsando proyectos contra culturales. Rehusándose a combatir en la guerra de Vietnam. Rechazando el belicismo y nacionalismo.

Practicando la solidaridad y el apoyo mutuo.

Vidas rebeldes. Transitando por los márgenes, buscando el verdadero sentido de la existencia.

 

Carlos A. Solero