Sus compañeras le pedían perdón mientras corrían hacia el círculo central de la cancha. Unos segundos antes, Milagros Menéndez había pateado al arco de la escocesa Alexander Lee para convertir el primer gol de lo que sería una remontada histórica de la Argentina. Pero no había tiempo para festejos ni abrazos. El partido iba 3-1 a favor de las europeas y sólo restaban 16 minutos para seguir soñando con la Copa del Mundo. Ese 19 de junio, en París, Mili le dio vida a la Selección y el resultado final terminó siendo un empate. No alcanzó para dar pelea en cuartos, pero la chispa memorable del plantel marcó un antes y un después en la historia del fútbol argentino. Así también en la historia de Mili.

—Cuando terminó el Mundial de Francia rechazaste varias ofertas del exterior. ¿Esa decisión tuvo que ver con la situación que estaba atravesando el fútbol en la Argentina?

—Antes de irme había hablado con el técnico de Racing (Antonio Spinelli) y le había dicho que cuente conmigo para la próxima temporada. Después del gol ante Escocia, me llegaron varias ofertas, pero las rechacé porque mi palabra vale más. Además, acá estaba empezando la “profesionalización” del fútbol femenino y era algo que quería vivir en primera persona.

Cumpliste y hoy te vas para el Granada, ¿qué expectativas tenés?

—Sí, durante la pandemia tomé la decisión. Puse varios motivos en la balanza, y uno de ellos fue mi crecimiento deportivo y económico también. Las expectativas son muy buenas. Ya tengo muchas ganas de estar allá y adaptarme al juego para lograr el ascenso con el equipo.

¿Creés que te va a costar adaptarte?

—A toda jugadora le cuesta adaptarse a los equipos nuevos. A mí me costó pasar del fútbol de Mar del Plata al de AFA. Pero espero adaptarme lo más rápido posible. Allá el fútbol es profesional y siendo jugadora podés vivir de eso, no como acá.

Mirándolo a la distancia, ¿qué significa Racing para vos?

—Racing me volvió a enamorar del fútbol, volví a sentir amor al gritar un gol. Fue el primer club que confió en mí, el que me dio la oportunidad de ser profesional. Quiero mucho a Racing hace mucho tiempo.

—El año pasado jugaste por primera vez en el Cilindro. ¿Qué sentiste cuando entraste a la cancha?

—Haber jugado en el estadio principal fue hermoso. Es algo que toda jugadora de fútbol sueña y es lamentable que algunos lo tomen como un merecimiento. Nosotras tenemos el derecho de jugar en los estadios. Hoy pocos clubes lo están haciendo. En la cancha de River jugaron periodistas y no le abren las puertas a las jugadoras. Si el fútbol va a ser profesional, tiene que ser profesional con todas las letras.

¿En qué aspectos se sigue fallando?

—Tengo compañeras que a la mañana laburan, después entrenan y quizás después van a la facultad. El técnico nos exige porque es su trabajo, pero así no podemos estar con la cabeza cien por ciento metida en el fútbol. Por eso no tenemos el mismo nivel que las demás selecciones. La futbolista argentina juega por amor a la camiseta.

¿Qué cambios necesita nuestra selección para ser fuerte en el próximo Mundial?

—Conseguir más fechas FIFA. Si bien este año había tres fechas programadas y se cancelaron por la pandemia, hay que seguir trabajando con AFA. Falta mejorar mucho la formación de las jugadoras y la infraestructura. Pero creo que el Mundial de Francia fue un antes y un después para nosotras. A nivel local se armó un torneo hermoso.

El mes pasado se cumplió un año del gol que le hiciste a Escocia. ¿Cómo lo viviste adentro de la cancha?

—Fue increíble. Se me pasaron mil cosas por la cabeza antes de patear, y lo único que quería era que la pelota tocara la red. Es un momento que nunca voy a olvidar en mi vida porque detrás de ese gol hubo mucho trabajo. A veces la gente dice: ‘mirá qué bien, juega en la selección’, pero yo no soy una jugadora que piensa que siempre va a estar citada, o que soy indispensable para el entrenador. Trabajo mucho para estar ahí.

Hace días se confirmó la sede del Mundial 2023: Australia y Nueva Zelanda… ¿Te ves ahí?

—Ojalá. Vestir la camiseta de tu país es lo más lindo del mundo. Falta muchísimo todavía y no sabemos quiénes van a estar citadas, pero algo que quiero es que muchas de las jugadoras del Sub 20 se acoplen al plantel, porque son una camada increíble.

Hablando de las más chicas, ¿qué le dirías a las nenas que sueñan con ser futbolistas?

—Que se van a encontrar con muchas personas que les van a decir que no van a llegar a nada con el fútbol; pero que si se lo proponen, lo pueden lograr. Querer es poder. Hay que trabajar duro y se llega. Hoy ver a una nena de 7 años pasar entre los conitos y decir que quiere ser como tal jugadora, me vuelve loca. No está más la que dice que quiere ser como Messi, ahora nombran a las jugadoras de fútbol. Eso es hermoso.

Y si tuvieras en frente tuyo a la Mili del pasado, ¿qué le dirías?

—Que luché y gané.


* Ornella Sersale y Florencia Pereiro.