A días de que el presidente de Brasil Jair Bolsonaro anunciara que había superado la enfermedad, su mujer Michelle dio positivo de coronavirus y permanece aislada en el Palacio de Alvorada en Brasilia. El Ejecutivo brasileño dijo en un comunicado que la primera dama, de 38 años, se encuentra en buen estado de salud y cumpliendo con todos los protocolos. En tanto el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil, Marcos Pontes, reveló que también está infectado de covid-19, con lo que ya son cinco los ministros afectados por la pandemia. En su primer acto oficial luego de recuperarse de la enfermedad, Bolsonaro volvió a mostrarse en público y generar hacinamiento. El presidente participó de la inauguración de una obra pública en el estado de Bahía. Decenas de personas lo recibieron en el aeropuerto de Piauí al grito de "Mito", y luego de bajarse de un caballo se sacó el barbijo. Cinco meses después de la confirmación del primer caso, la pandemia no da señales de estabilización en el país, que en la última jornada volvió a registrar un nuevo récord de muertes y casos.

"La primera dama, Michelle Bolsonaro, ha dado positivo por covid-19 este jueves, 30 de julio. Presenta buen estado de salud y seguirá todos los protocolos establecidos", señaló el Ejecutivo brasileño en un escueto comunicado. Destacó además que la esposa del presidente "está siendo acompañada por el equipo médico de la Presidencia de la República". Bolsonaro, de 65 años, anunció el pasado 7 de julio que estaba contagiado del nuevo virus. El presidente de ultraderecha cumplió durante varias semanas su agenda aislado en el Palacio de Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, pero mantuvo su postura escéptica y desafiante ante la pandemia.

Además de los casos de Bolsonaro y la primera dama, el titular de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil, Marcos Pontes, anunció su positivo de coronavirus, con lo que ya son cinco los ministros del gobierno que contrajeron el nuevo virus. El ministro explicó en su cuenta de Twitter que se sometió a una prueba después de presentar "una sensación de gripe", y que el positivo fue confirmado este jueves. Más allá de los cinco ministros, 10 de los 27 gobernadores del país también fueron diagnosticados con covid-19 desde el comienzo de la pandemia.

Este jueves, Bolsonaro fue recibido por decenas de personas luego de aterrizar en el aeropuerto San Raimundo Nonato, en el estado de Piauí, al nordeste de Brasil. Allí provocó una aglomeración y se sacó durante unos instantes la mascarilla. Con un sombrero de cuero blanco y visiblemente alegre, el presidente montó un caballo y saludó a las personas que lo vitoreaban. 

"Nadie gobierna solo", dijo Bolsonaro al llegar a Bahía para participar de la inauguración de una obra de tubería. "Comenzamos enfrentando una pandemia, nadie lo esperaba, pero llegó, e hicimos todo lo posible para reducir sus efectos. Lo hicimos teniendo valientes senadores y diputados a nuestro lado", declaró el presidente, citando a los parlamentarios presentes en el lugar. Anteriormente, un grupo de manifestantes había protestado contra la política oficial frente al coronavirus.

Bolsonaro viene siendo fuertemente criticado desde distintos sectores por minimizar la gravedad del coronavirus, que llegó a calificar de "gripecita". El presidente se opuso a las cuarentenas y a otras medidas restrictivas de las actividades económicas, y hasta hizo activa campaña contra ellas pese a las recomendaciones de sus ministros de Salud, dos de los cuales renunciaron por desacuerdos con Bolsonaro en plena pandemia. En mayo, Bolsonaro nombró al frente de Salud al general Eduardo Pazuello, que no tiene formación en medicina, quien a su vez designó a dos decenas de militares en los puestos principales de la cartera. El mandatario también se resistió a usar tapabocas en público, e incluso es un activo promotor de la hidroxicloroquina, una droga contra la malaria que considera un tratamiento efectivo de la enfermedad, pese a estudios científicos que demuestran lo contrario.

Días atrás, Bolsonaro recibió un duro golpe en la justicia al ser denunciado por "genocidio" ante el Tribunal Penal Internacional. "El presidente demostró menosprecio y negacionismo, permitiendo la diseminación de la enfermedad y el total estrangulamiento de los servicios de salud", plantea el documento presentado ante la Corte de la La Haya, en Holanda. Agrega, además, que el mandatario ignoró las recomendaciones de sus exministros de Salud y violó los protocolos para impedir el contagio. La denuncia fue presentada por la Red Sindical UniSaúde, que representa a cerca de un millón de médicos, enfermeros y trabajadores de la salud en Brasil y cuenta con el apoyo de entidades internacionales, como UNI Americas.

Brasil, con unos 210 millones de habitantes, es el segundo país del mundo más afectado por la emergencia sanitaria sólo por detrás de Estados Unidos, y ya acumula 90.134 muertos y 2.552.265 millones de contagios de coronavirus. Los estados de San Pablo, Río de Janeiro y Ceará, se mantienen como los más afectados por el nuevo virus, que continúa desplazándose peligrosamente hacia el sur y el centro-oeste del país.