El británico Lewis Hamilton logró este domingo una nueva victoria en la Fórmula 1, pero esta vez el triunfo estuvo cargado de épica y fortuna, ya que lo consiguió con una rueda pinchada y gracias a una decisión equivocada el equipo Red Bull, que mandó a Max Verstappen a los boxes a buscar el punto extra por lograr el giro más rápido en carrera.

El Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, la cuarta prueba de la temporada, iba a pasar a la historia como un paseo más de Hamilton, que hasta tres vueltas del final ganaba con comodidad por delante de su compañero de equipo en Mercedes, el finlandés Valtteri Bottas, y el Red Bull de Verstappen. Sin sobresaltos lograba su séptima victoria en su casa, para marcar un nuevo récord en la categoría. 

Sin embargo, el intenso calor inglés provocó una degradación de los neumáticos mayor de lo previsto, por lo que Bottas pinchó una rueda a tres giros del cierre, situación que lo llevó a los pits y lo alejó de los puestos puntuables. En paralelo, en teoría sin posibilidades de subir o bajar posiciones, Red Bull mandó a Verstappen a los boxes para intentar lograr el giro más rápido, con la intención de sumar un punto adicional, tal como lo especifica el nuevo reglamento.


Lo que no esperaba el equipo energético es que los dos Mercedes sufrieran el mismo inconveniente, ya que en la vuelta final Hamiltón pinchó el neumático delantero derecho y llegó como pudo a la meta, casi en tres ruedas. Pese al esfuerzo final de Verstappen, no le alcanzó para superar al inglés, que se quedó con la vistoria con menos de seis segundos de ventaja. Es probable que si la línea final hubiese estado 500 metros más adelante, la victoria hubiese sido para el holandés.

"En la recta, la rueda se desinfló y en ese momento se me fue el corazón a la boca... Sólo estaba rezando para que girara. Estaba realmente helado al final. Bono me iba dando información (sobre Max). Definitivamente, nunca había experimentado algo así en la última vuelta", reconoció Hamilton apenas se bajó del auto.


El podio lo completó el monegasco Charles Leclerc con su Ferrari, y así salvó otro fin de semana opaco para la casa de Maranello, que tuvo a Sebastian Vettel en el décimo puesto. Los que aprovecharon al máximo el desparramo del final fueron los Renault de Daniel Ricciardo y Esteban Ocon, que se ubicaron cuarto y sexto, respectivamente, gracias a los retrasos de Bottas y el español Carlos Sainz, que también pinchó un neumático de su McLaren en el giro final. En cambio, su compañero Lando Norris volvió a mostrar sus condiciones al terminar quinto y ya se encuentra cuarto en las posiciones del Mundial con 36 puntos.

Con cuatro carreras disputadas, Hamilton domina el torneo tras ganar las tres últimas competencias de forma consecutiva con 88 puntos, 30 más que su compañero Bottas. Tercero quedó Verstappen, con 52 unidades, mientras que la mejor Ferrari es la de Leclerc, quinto con 33. 

La Fórmula 1 volverá a presentarse la semana que viene otra vez en Silverstone, donde se llevará a cabo el Gran Premio 70 aniversario.