La actividad metalúrgica cayó un 20 por ciento en el promedio del primer semestre entre todas las provincias, bajo la inevitable influencia de la cuarentena sanitaria como factor determinante. Sin embargo, para el caso de Santa Fe, este ha sido el distrito que menos acusó ese impacto: sus fábricas fierreras solo achicaron sus operaciones algo menos del 8 por ciento. En el empresariado local atribuyen este rasgo que destaca a la Bota en la Región Centro gracias a la incidencia del sector de maquinaria agrícola, el único que hasta ahora sale airoso dentro de la metalmecánica.

La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) presentó ayer su informe semestral sobre la evolución del sector. El documento muestra cierta desaceleración de la caída de la actividad luego de que algunos rubros se reactivaran en la cuarentena. No obstante, el panorama general es de fuerte contracción. 

Santa Fe cerró el semestre con una caída del 7,8 por ciento interanual, mucho menos que sus vecinas: la industria metalúrgica de Buenos Aires se achicó 26,6%, y Córdoba 26,8%. El tiro de gracia se dio en junio, cuando la comparación interanual marcó una disminución de 17,4% de la actividad fabril y cerró esa caída promedio del 20,5%. Sin embargo, el derrumbe de abril y mayo había sido peor. Según la entidad que nuclea a esta rama de la industria, "la producción continúa significativamente por debajo de los niveles históricos y actualmente el sector tiene un nivel de producción similar al que había en 2003", reseñó la entidad que en Rosario preside Roberto Lenzi, titular de la fábrica de línea blanca Briket.

Dentro del sector metalmecánico hay rubros con trayectorias disímiles. Así el informe de Adimra concluyó en que el sector de fundición fue el que más cayó (-29,7%), seguido por Equipos y aparatos eléctricos (-28,3%) y Autopartes (-28,0%). Por su parte, el sector de Maquinaria agrícola presentó un aumento de 1,2% interanual, recuperando los niveles anteriores a la pandemia.

 

La evolución del empleo acompañó el descenso de la actividad, aunque por la prohibición del Ejecutivo nacional a despedir, este indicador solo se redujo 2,7% en comparación con el primer semestre de 2019. En cambio, sí hubo reducción de horas extras en el 53% de las fábricas, y reducción de jornada laboral en el 36%.

En consecuencia, el informe de Adimra marca la cautela empresaria para invertir según el caso. El 42% de los industriales alegó que en el semestre su fábrica trabajó con rentabilidad negativa. Solo el 32% de los empresarios declaró en la encuesta que realizó inversiones en el semestre, y de eso, la porción destinada fue el 5,6% de las ventas.

De cara al futuro inmediato, el informe apunta una leve mejora en la visión de corto plazo. El 37 por ciento de los empresarios relevados espera que el nivel de producción repunte, pero el 41% todavía se muestra pesimista y cree que la pandemia continuará forzando el retroceso industrial. 

En marzo y abril de 2020 el índice industrial cayó a cero debido a que todos los rubros metalúrgicos presentaron fuertes contracciones durante esos meses. Sin embargo, durante mayo y junio, el índice creció debido a la variación positiva del sector de maquinaria agrícola, un rubro muy presente en la industria santafesina. Este presentó nuevamente una recuperación en sus niveles de actividad, y a la variación de Equipamiento médico (0,8%) en junio.