Miles de personas resultaron heridas y al menos 100 murieron a causa de dos potentes explosiones que sacudieron la zona del puerto de la capital del Líbano, Beirut. La catástrofe tuvo lugar en un almacén de materiales explosivos del puerto, luego de que se produjera un incendio en los silos de trigo ubicados en las instalaciones, según la Agencia Nacional de Noticias libanesa. Sin embargo, hasta el momento son más las dudas que las certezas. El director general de Seguridad General, Ibrahim Abas, dijo que las explosiones podrían deberse a "materiales altamente explosivos confiscados desde hace años", pero agregó que la investigación determinará la "naturaleza exacta del incidente".  Videos difundidos en redes sociales mostraron una primera explosión seguida de otra que provocó una gigantesca columna de humo. Los estallidos hicieron temblar los edificios linderos y provocaron la rotura de vidrios a varios kilómetros a la redonda. El presidente Michel Aoun convocó a una "reunión urgente" del Consejo Superior de Defensa y el primer ministro Hasan Diab decretó un día de luto nacional para este miércoles. Las explosiones en el puerto de Beirut se producen en momentos en que el país enfrenta una crisis financiera sin precedentes y un rebrote de coronavirus.

La Cruz Roja Libanesa informó que más de 100 personas murieron y unas 4000 resultaron heridas. "Estamos inundados de llamadas telefónicas", dijo el presidente de la entidad, Georges Kettaheh. Entre las víctimas fatales se encuentra el secretario general del partido libanés Kataeb, Nazar Najarian. La sede del partido, uno de los más tradicionales del país, se encuentra justo al lado del puerto.

En videos que se viralizaron rápidamente en redes sociales se puede ver una nube de humo que se alza sobre el cielo y luego una fuerte explosión que se sintió en varias manzanas a la redonda. Varias imágenes también mostraban a los bomberos intentando apagar el fuego mientras se multiplicaban los destrozos en las inmediaciones, con autos y camiones con vidrios rotos y calles cubiertas de escombros. Entre los edificios dañados en la capital libanesa se encuentran las oficinas del exprimer ministro Saad Hariri y las oficinas locales de la cadena CNN. 

"Es una catástrofe dentro de la zona portuaria. Hay cadáveres en el piso y ambulancias llevándose los cuerpos", aseguró un soldado desde el lugar de los hechos. Medios locales difundieron imágenes de personas atrapadas entre los escombros, algunas cubiertas de sangre. "Sentí como un temblor de tierra y después una enorme explosión, y los vidrios se rompieron", dijo una libanesa en el centro de Beirut. Un buque amarrado en el puerto estaba en llamas. Un oficial le pidió a los periodistas que se alejaran del sector al temer una explosión del combustible del barco.

Después de las dos explosiones, varios habitantes, algunos de ellos heridos, caminaban desesperados por las calles en dirección a los hospitales más cercanos. Ante el centro médico Clémenceau decenas de heridos, entre ellos varios menores, esperaban a ser atendidos. Según testigos, las detonaciones fueron oídas hasta en la ciudad costera de Larnaca, en Chipre, a más de 200 kilómetros de las costas libanesas.

Al menos diez bomberos que trabajan para el municipio de Beirut están desaparecidos después de la explosión, dijo el gobernador de la ciudad, Marwan Abboud. Cuando un periodista le preguntó si el incendio había causado la explosión, dijo: "No lo sabemos. Hubo un incendio, los bomberos vinieron a apagarlo, luego ocurrió la explosión y desaparecieron. Los estamos buscando". Con lágrimas en los ojos, Abboud aseguró que lo que vio se parece a lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki. "Eso es lo que me recuerda. En mi vida no he visto destrucción a esta escala", expresó.

El presidente libanés, Michel Aoun, convocó el martes por la noche a una "reunión urgente" del Consejo Superior de Defensa. Aoun le ordenó a las Fuerzas Armadas que realicen patrullas en las zonas más afectadas por las explosiones que sacudieron a Beirut. A su vez, el mandatario le pidió al ministerio de Salud que ofrezca tratamiento gratuito a los heridos, además de recibir a todas las personas cuyos hogares se vieron afectados por la explosión. Por su parte, el primer ministro Hassan Diab decretó luto nacional en todo el país.

Diab prometió que los responsables del brutal incidente van a "pagar el precio". En un breve discurso televisado, el primer ministro afirmó que "esta catástrofe no pasará sin responsabilidades" y que hacer justicia es la labor del gobierno. "Esta es una promesa a los mártires y a los heridos", remarcó el jefe del Ejecutivo. Dijo que se harán públicos "los hechos respecto al peligroso almacén que existía desde 2014", sin ofrecer mayores detalles.

La causa exacta de la explosión todavía no queda clara. Mohammed Fahmi, ministro del Interior del Líbano, dijo que habría sido causada por el nitrato de amonio almacenado en un almacén del puerto. Un trabajador de defensa civil que con más de 20 años de experiencia se mostró incrédulo ante la magnitud del daño. "He visto varios asesinatos y explosiones, pero esto es otra cosa. Aquí hay algo raro", le expresó a la cadena Al Jazeera.

Medios israelíes citaron fuentes políticas y de seguridad locales que descartaron a Israel de cualquier vinculación o responsabilidad en las explosiones. Esta aclaración responde a especulaciones que vincularon el incidente con la tensión entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbollah, luego de un incidente el lunes de la semana pasada en el que el Ejército israelí disparó contra lo que describió como un comando que cruzó armado la línea fronteriza y regresó a Líbano tras un intercambio de fuego sin víctimas. Esto ocurrió después de que la milicia libanesa avisara que vengaría la muerte de uno de sus miembros en un ataque en Siria atribuido a Israel. En ese contexto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió a Hezbollah que "hará todo lo necesario para defenderse". 


Por su parte, el gobierno de Estados Unidos aseguró que está monitoreando los hechos. El Departamento de Estado dijo concretamente que está "siguiendo de cerca los informes de una explosión en Beirut" y "trabajando en estrecha colaboración con las autoridades locales para determinar si alguno de los ciudadanos estadounidenses se vio afectado".

En tanto, varios países árabes expresaron su solidaridad con el Líbano y se ofrecieron a enviar ayuda humanitaria. El ministerio de Exteriores egipcio afirmó en un comunicado que sigue con "profunda preocupación" la situación y que El Cairo está comunicándose con las autoridades libanesas para conocer los detalles y enviar "toda la ayuda al país hermano en estas condiciones difíciles".

El vicepresidente y primer ministro de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Rashid al Maktum, envió sus condolencias al "querido pueblo libanés" y pidió a dios que le dé paciencia y consuelo. "Nuestros pensamientos y oraciones están con la gente grande y resistente del Líbano. Como siempre, Irán está totalmente preparado para brindar asistencia de cualquier forma necesaria. Mantente fuerte, Líbano", aseguró por su parte el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif.