Una semana después de haber sido desplazada de la conducción del noticiero del mediodía de El Trece, que condujo durante 23 años, Silvia Martínez Cassina habló con Marcela Coronel en Mientras Tanto. La periodista y delegada gremial explicó cómo fue escalando el conflicto en el último mes y aseguró que la dirección periodística de Canal 13 se maneja con la política de generar "temor" en los trabajadores.

“Hay algo patológico en esta empresa: captan a un profesional bueno, le dan posibilidades y, cuando empieza a tener vuelo propio, a querer organizar el trabajo saliendo del ala paternalista de la jefatura, le cortan las alas. La lista es enorme”, afirmó. Como delegada (del Sipreba), mi obligación y responsabilidad es dar el ejemplo de que hay que reclamar, no bajar la cabeza y aguantar", agregó.

El conflicto empezó en noviembre pasado, "cuando hice un reclamo porque me estaban recortando tareas habituales del noticiero, participación y reportajes que, por contenido, solía hacer. Pero estalló el 1 de julio, cuando salió en Clarín un aviso con la programación de la mañana del 13, solo con figuras masculinas, donde claramente me dejaban afuera como coconductora".

Compañerismo

Unas semanas antes, este año, Ángel de Brito y Sergio Lapegüe comenzaron a hacer un pase de programas entre ellos. “Después, Sergio se acercaba hacia la mesa y nos saludaba a una columnista y a mí diciendo ´hola, chicas´”.

Cuando Cassina lo consultó, Lapegüe le respondió: "yo acato órdenes, no tengo por qué avisarte de los cambios porque no soy tu jefe”. Cassina le respondió: “No, pero sos mi compañero”.

Sobre Débora Pérez Volpin, que se fue del noticiero “como una señora, sin escándalo ni confrontación”, dijo: “no me voy a erigir en su vocera, pero en la producción de la mañana ella y muchos otros fueron maltratados. Hay denuncias puntuales”.

La politica del miedo

Según Cassina, la modalidad del "temor", con premios y castigos, es habitual en la empresa. “Cuando vas a pedir que paguen una suplencia, te quieren hacer creer que es una oportunidad laboral. Y no es un favor: es trabajo”.

La periodista dijo que "he visto a excelentes profesionales que se capacitan por su cuenta –en política, género, policiales o justicia– y el castigo es no mandarlos a cubrir esos temas. Cuando se debate la ley del aborto, a la periodista especializada la mandan al drama de la línea 60. Al acreditado en Casa Rosada y Congreso lo mandan a hacer policiales. Al experto en policiales, que conducía Cámara del Crimen, lo sacan de esas notas", dijo. 

En la radio le recordaron cuando escribieron en el diario Clarín, a raíz de un comentario suyo en el noticiero sobre la lucha de Juana de Arco, que tuviera "cuidado, porque terminó quemada". El diario tuvo luego que pedir disculpas.  "Ahora estoy cosechando esos mensajes", dijo Cassina y reveló que recibe la frase “Silvia, te entiendo” hasta de gente que no conocía.

Censura

"Antes creía que no había censura", afirmó Cassina. "Hasta que recordé lo que pasaba cuando conducía Tiene la palabra. Yo proponía invitados y había varios con los que insistía pero nunca los llamaron. Pasamos de esa censura implícita a que te digan ' de eso no podés decir nada al aire sin consultar a producción antes´”. También contó que la cuestionaban por no leer los títulos textuales: “Si quieren presentar una nota como Caos en el Obelisco, yo cuento que hay una manifestación de tal grupo pidiendo tal cosa, y que el corte de la 9 de Julio generó un caos en el tránsito”, ejemplificó. “Mi enfoque es totalmente distinto. Y molesta”, dijo.

Apoyos

"Recibí cariño, apoyo y solidaridad de los lugares, personas y organizaciones menos esperados", contó. El que más la emocionó fue un mensaje de un usuario de Instagram. En 1998, Cassina hizo una nota en Catamarca, donde el chico iba a una escuela rural. La serie se llamó Los hijos del Viento. “Siempre fuiste empática -le escribió el joven, hoy de 35 años–. Ahora vivo en la Patagonia y sigo siendo un hijo del viento”.

Para resumir su situación actual, la conductora dijo sentirse "muy empoderada, con la seguridad de que lo que estoy reclamando es legítimo".