En 20 de las ciudades más grandes de Estados Unidos crecieron los homicidios en un 35 por ciento según consignó este martes en su tapa el New York Times. El dato es llamativo porque no se condice con un aumento de otros delitos y tiene que ver -según especulan varios especialistas en el diario neoyorquino- con los dramáticos cambios de estados de ánimo que producen la pandemia y la cuarentena.

La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, ya había advertido sobre un incremento de la violencia también en la Argentina. Es público y notorio que se incrementaron las ventas de psicofármacos y se multiplicaron las atenciones psiquiátricas, lo que habla de cierta desestabilización emocional.

"Varios de los homicidios no tienen explicación, no se entienden. A la gente ya no le importa nada", explicó un ministro de Kansas City. En Nueva York, por ejemplo, los homicidios subieron un 30 por ciento comparado con un año atrás. Los políticos alineados con Donald Trump afirman que, producto de la necesidad de volcar agentes a controlar las manifestaciones, se patrulla menos y eso produjo el aumento de los números. Sin embargo, esa teoría la rebate el hecho de que bajaron los robos en forma nítida.

"Yo te disparo porque me hablaste mal o me miraste mal. A ese punto hemos llegado", diagnosticó el jefe de policía de Kansas. O sea, no son homicidios en ocasión de robo, sino por la existencia de un terremoto emocional. Otros especialistas mencionan que la cuarentena desestabilizó el mercado de la venta de drogas, con nuevos consumidores y nuevos dealers, lo que produjo episodios de violencia, mientras que el jefe de fiscales de Missouri pronosticó: "Se va a estudiar durante años. La realidad es que al cerrar trabajos y lugares de estudio, se pone mucha gente en situación angustiosa, adolescentes sin anclaje, y en la cuarentena, los más violentos son los que salieron a la calle".