El partido demócrata abrió este lunes una convención atípica debido a la pandemia de coronavirus, en la que sus distintas facciones cerrarán filas detrás de Joe Biden. "Es absolutamente imperativo que Donald Trump sea derrotado", dijo a la cadena ABC el senador Bernie Sanders, exrival de Biden en la carrera por la candidatura demócrata. La convención se desarrollará durante cuatro días en medio de los devastadores efectos sanitarios y económicos de la covid-19 y las ampulosas críticas de Trump al voto por correo, de cara a las elecciones del 3 de noviembre. 

El mandatario republicano, que insiste sin presentar pruebas en que el voto por correo fomentará el fraude, amenaza con bloquear fondos adicionales que el servicio postal necesita con suma urgencia para procesar millones de boletas electorales. Para contrarrestar la relevancia de la convención demócrata, el presidente realizará una gira por distintos puntos del país. Las encuestas, hasta el momento, le sonríen a los demócratas. El último sondeo realizado por Washington Post y ABC News  le otorga a la fórmula integrada por Biden y la flamante candidata a vice, Kamala Harris , una ventaja de 12 puntos sobre la fórmula de Trump y su vicepresidente Mike Pence.

Tradicionalmente, las convenciones partidarias para nominar a un candidato presidencial reúnen a decenas de miles de militantes, con verdaderos shows destinados a atraer la atención del país, presentar nuevas figuras, inspirar a las bases y, en el mejor de los casos, conquistar a los votantes indecisos. La jornada inaugural del lunes cuenta, además de Bernie Sanders, líder del ala más progresista, con la presencia de la exprimera dama Michelle Obama. El expresidente Barack Obama (2009-2017) tendrá su turno el miércoles, igual que Harris, antes del gran final del jueves cuando Biden aceptará formalmente la nominación y pronunciará un discurso por videoconferencia, desde su casa en Delaware.

"Si soy electo presidente, siempre elegiré unir en vez de dividir", aseguró Biden en las últimas horas en su cuenta de Twitter. "Asumiré la responsabilidad en vez de culpar a los demás", agregó. El exvicepresidente aprovechará la convención para presentar su programa de 700 mil millones de dólares para la inversión en nuevas tecnologías y la creación de unos cinco millones de empleos. El llamado plan "Build Back Better" (Reconstruye mejor) representa un duro desafío para Trump, en un país castigado por una pandemia que se está cobrando millones de empleos.

Además del coronavirus, que supera los 170 mil muertos en Estados Unidos, otra situación amenaza con ensombrecer el show demócrata: una gira de campaña decidida a último momento por Trump, que comienza este lunes en Wisconsin y Minnesota. El mandatario hablará el martes en Arizona y el jueves, el momento más importante en la vida política de Biden, Trump tratará de molestar al máximo a su rival con un discurso cerca de Scranton, Pensilvania, la ciudad obrera donde creció el exvicepresidente y a la que todavía se refiere como su hogar espiritual.  Según el equipo de campaña de Trump, el tema de la gira de esta semana será "destacar el historial de fracasos de Joe Biden".

De cualquier manera, el último intento de Trump de organizar un acto de campaña en Oklahoma en junio, resultó un fracaso debido a la baja asistencia . "El mayor problema para el presidente Trump en este momento es que cuanto más habla, peor lo hace", dijo a la CNN Julian Zelizer, profesor de política de la Universidad de Princeton. "No estoy seguro de que una mayor presencia del presidente Trump en los próximos días perjudique necesariamente a los demócratas. Podría ser exactamente lo que necesitan", agregó Zelizer.

El mandatario volvió a criticar en las últimas horas al sistema de voto por correo, un método que podría crecer debido al coronavirus. Trump justificó su negativa a ampliar los fondos del Servicio Postal (USPS) y aseguró que solo pretende arreglar el "desastre" en que los demócratas habrían dejado a esta empresa pública. Los demócratas en tanto, defienden ampliar los fondos del USPS en 25 mil millones de dólares dentro de un nuevo paquete de ayudas, pero el mandatario considera, sin ninguna prueba, que todo esto constituye un "fraude" destinado a favorecer a Biden.

Pese a los embates del presidente, Biden continúa liderando las encuestas nacionales y la histórica elección de su compañera de fórmula, la senadora por California Kamala Harris, goza de amplia popularidad entre los demócratas. Harris representa según Biden la encarnación del "Sueño Americano". Esta exfiscal de 55 años, hija de inmigrantes indios y jamaiquinos, provee una energía y un discurso joven frente a la figura de Biden, de 77 años.

Una encuesta de la cadena ABC y el Washington Post reveló el domingo que el 54 por ciento de los estadounidenses aprueba a Harris. La encuesta también destaca que casi 8 de cada 10 afroamericanos aprueban su elección como compañera de fórmula. Biden y Harris alcanzan el 53 por ciento de las preferencias, frente a Trump y el vicepresidente Pence que suman un 41 por ciento entre los votantes registrados.

La diferencia de Biden sobre Trump entre los votantes es ligeramente más pequeña que el margen de 15 puntos detectado en una encuesta realizada el mes pasado, y un poco más grande que una encuesta de mayo, cuando Biden lideraba por 10 puntos. A fines de marzo, cuando la pandemia de covid-19 daba sus primeros pasos en Estados Unidos, Biden y Trump estaban separados por apenas dos puntos.