Argentina anunció este jueves que se abstendrá en las elecciones que se realizarán el próximo fin de semana para elegir a las nuevas autoridades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De este modo, el gobierno argentino no presentará la candidatura de Gustavo Béliz para dirigir el organismo internacional.

"Dejamos asentada nuestra coincidencia con las múltiples y respetadas voces de las más variadas procedencias políticas, académicas, sociales e ideológicas, que han expresado la inconveniencia para América Latina y el Caribe de vulnerar una tradición de gobernanza regional de una institución que se ha mantenido durante sus más de 60 años de existencia como un ámbito plural, al servicio del interés de los latinoamericanos y caribeños y sin convertirse en una herramienta de intervencionismo diplomático de naturaleza alguna", expuso el Gobierno en un comunicado difundido por redes sociales.

Por su parte, el Ejecutivo nacional invitó a los otros países miembros del BID que ejerzan su poder de abstención, además de advertir sobre la "inoportunidad" de la reunión por la pandemia de coronavirus. Desde Casa Rosada deslizaron un listado de naciones que podrían seguir sus mismos pasos: en la enumeración se incluyó a México, Chile, Costa Rica, Nicaragua, Canadá, España, Francia y Alemania.

Por ende, el único candidato inscripto para la presidencia del BID es el director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone. Semanas atrás, el asesor regional de Donald Trump acusó a la Argentina de querer "secuestrar" la elección por su estrategia a favor de una postergación que cada vez suma más adeptos. 

"Cualquier intento de secuestrar una elección a pesar de un reglamento muy claro sería no solo no democrático, sino que los Estados Unidos lo va a enfrentar muy profundamente", había amenazado Claver-Carone.

Repudio a Claver-Carone

La candidatura del asesor de Trump rompe con la primera regla diplomática del BID: la presidencia corresponde a un representante latinoamericano. Por eso, más de 130 personalidades latinoamericanas de un amplio espectro político habían señado la necesidad de llegar a un candidato consensuado -cuyo origen sea de Sudamérica o el Caribe- y marcaron que el actual contexto de la pandemia enfatiza la necesidad de plantear un programa común de mediano y largo plazo para el organismo.

En un documento titulado “Mesa de Reflexión Latinoamericana . Declaración sobre el futuro del BID” los firmantes señalan su preocupación por el actual proceso en que se están dando las nominaciones para presidir del BID. “Ha generado notables y justificadas inquietudes a lo largo y ancho del continente y tiene lugar en un momento de inflexión internacional sin precedentes”, enfatiza el documento. 

Entre los firmantes del mismo figuran por Argentina: Rafael Bielsa, ex canciller y Juan Gabriel Tokatlian, profesor de la universidad argentina Torcuato Di Tella; por Brasil: Celso Amorim, ex ministro de Defensa y ex canciller, y Mónica Hirst, miembro del Instituto de Estudios Políticos; por Uruguay: Rodolfo Nin Novoa, ex vicepresidente y ex canciller, y Gerardo Caetano, profesor e investigador de la Universidad de la República; por Perú: Alberto Adrianzén, ex parlamentario andino, y Rafael Roncagliolo, ex canciller; y por Chile: Carlos Ominami, ex ministro de Economía, y Juan Pablo Letelier, senador; entre otros.