La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) decidió este lunes imponerle una advertencia a 12 pilotos que estuvieron involucrados en el accidente registrado el domingo en el Gran Premio de la Toscana en Mugello, cuando se reanudaba la competencia con la presencia del auto de seguridad.

Tras repasar el incidente, la FIA decidió ponerle una advertencia a un total de 12 pilotos: Kevin Magnussen, Daniil Kvyat, Nicholas Latifi, Alex Albon, Lance Stroll, Daniel Ricciardo, Sergio Pérez, Lando Norris, Esteban Ocon, George Russell, Antonio Giovinazzi y Carlos Sainz. Sólo seis de los 18 competidores que estaban en carrera evitaron la advertencia: Valtteri Bottas, Lewis Hamilton y Charles Leclerc, los tres que iban adelante, y Sebastian Vettel, Kimi Raikkonen y Sebastian Grosjean, los tres que marchaban últimos.

El organismo argumentó que "se impuso una advertencia, ya que los comisarios opinan que ningún conductor fue total o predominantemente culpable" del accidente en la carrera disputada en Italia, en la novena prueba del campeonato mundial de Fórmula 1 en esta temporada. Según los comisarios de la FIA, "la causa fundamental de este incidente fue la inconsistente aplicación del acelerador y el freno, desde la última curva a lo largo de la recta, por algunos pilotos".


De acuerdo a la investigación, la entidad consideró que "algunos pilotos no gestionaron bien la situación, acelerando demasiado en un momento para tratar de sacar ventaja deportiva en la reanudación, y frenando de golpe después". Por eso, no hubo sanciones efectivas a ningún corredor y sólo una simple advertencia.

El piloto español Carlos Sainz dijo que "lo que está claro es que por la mitad trasera de la parrilla creíamos que la carrera se había reanudado. Alguien ha creído que la carrera se había lanzado. Y luego hemos tenido que frenar todos y ha habido como un efecto dominó y nos chocamos todos con todos".

En cuanto a la situación del finlandés Valtteri Bottas, que era el líder de la carrera al momento de la reanudación, la investigación determinó que el piloto de Mercedes actuó bien y que su auto "tenía el derecho en virtud del reglamento a dictar el ritmo". En un primer momento, el finlandés era acusado de haber ido demasiado lento, lo que motivó que los coches del fondo de la grilla se apilaran contra los de adelante.

Sin embargo, la FIA no dijo nada del coche de seguridad que parece haber sido la verdadera causa del accidente. Los cuestionamientos que el domingo deslizaron varios pilotos, entre ellos Hamilton, indicaban que "si el 'Safety Car' hubiera apagado sus luces a mitad del circuito, podía avisar a Bottas de que podía ya prepararse la reanudación en el momento que quisiera, y todo hubiese sido normal y menos peligroso".