Los ingresos totales de la Administración Nacional alcanzaron en agosto 37,9 por ciento menos que durante el mismo mes del año pasado en términos reales, mientras que los gastos aumentaron 25,7 por ciento. Como resultado de la caída de los ingresos y al aumento en los gastos, el resultado desmejoró. Pasó de un superávit de 97.677 millones en agosto de 2019 de pesos a un déficit de 218.615 millones de pesos.

Ingresos

El análisis de la ejecución presupuestaria nacional que elabora mensualmente la Oficina de Presupuesto del Congreso explica que el elevado nivel de contracción de ingresos se dio principalmente por una entrada adicional que el año pasado la administración nacional recibió del Banco Central en concepto de utilidades. Los ingresos tributarios y los aportes y contribuciones de la seguridad social, principales componentes dentro de los ingresos, registraron caídas de 10,6 y 10,8 por ciento interanual, respectivamente, debido a los efectos económicos por la pandemia. Dentro de los ingresos tributarios se recaudaron 65.739 millones de pesos IVA, lo que significó una caída de 20,6 por ciento interanual en términos reales, tanto por el menor nivel de actividad económica, como también por las medidas de alivio fiscal dispuestas por el Gobierno, entre las que se destaca la devolución por el consumo de alimentos, establecida antes de la pandemia.

Gastos

Los gastos primarios registraron un incremento de 24,1 por ciento interanual. Esto se debe fundamentalmente a los efectuados por el gobierno nacional en el marco de la emergencia sanitaria. Si se excluyen dichos gastos, alrededor de 116.918 millones de pesos, la categoría hubiera caído 2,6 por ciento. En cuanto a los gastos totales (que incluyen el pago de intereses de la deuda por 57.544 millones de pesos) experimentaron una suba real de 25,7 por ciento interanual. Como viene sucediendo desde que comenzó la pandemia, el paquete de medidas adoptadas por el Gobierno Nacional en el marco de la crisis sanitaria se reflejó mayormente en los incrementos de las prestaciones sociales (46,9 por ciento interanual) y las transferencias a provincias (17,1 por ciento interanual), mientras que los gastos de funcionamiento (-10,6 por ciento interanual) y los gastos de capital (-23,9 por ciento interanual) resultaron los de mayor caída.

El significativo aumento de las prestaciones sociales respecto a los meses de junio y julio obedeció fundamentalmente a las transferencias en concepto del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que pasó de una ejecución promedio de 42.897 millones de pesos en el período abril-julio a 81.193 millones de pesos en agosto. En tanto, los recursos asignados al programa de ATP sumaron $26.176 millones. Ambos conceptos influyeron en el componente otros programas sociales, que mostró una suba de 794,8 por ciento.

En lo que va del año se ejecutó el 57,7 por ciento del presupuesto de gastos, impulsados por los corrientes, que devengaron el 58,9 por ciento. Sobresalen por el nivel alcanzado acumulado al mes de agosto las transferencias a universidades (66 por ciento), ubicándose en el otro extremo la inversión real directa (33,6 por ciento).