Un estudio del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda desglosó el Presupuesto 2021 que presentó el Gobierno Nacional, para concluir que los menores gastos en vencimientos de deuda y costos se volcarán a política social e inversión en la economía real.

El trabajo sintetiza algunos puntos centrales, entre los que destacan que la ley de leyes del año próximo “destinará más de 80 por ciento del presupuesto en servicios sociales y económicos. Es la mayor proporción de recursos de los últimos 15 años”. Y que, “para el año próximo, el Presupuesto prevé que el pago de intereses se comprima a menos de la mitad, en relación a lo pagado en 2019”.

Señalan además que “los recursos destinados a la Salud se incrementan un 92 por ciento en 2020, explicando un 4,6 por ciento del presupuesto. En el presupuesto 2021 se proyecta destinar un porcentaje similar”. También muestran que la norma “vuelve a ordenar las prioridades en función de ampliar derechos y encender la economía. El año próximo se destinará: 1,7 por ciento para agua potable y alcantarillado. Un 1,8 por ciento para vivienda y urbanismo; 3,6 por ciento para asistencia y promoción social y 4,6 por ciento para salud”.

El Observatorio detalló que el ahorro que representa la reestructuración de la deuda “permite incrementar y destinar más recursos, por ejemplo, al combate contra la pandemia del covid-19. En este sentido, los recursos destinados al área de salud se incrementaron un 92 por ciento este año, ubicando el gasto en salud en proporción del presupuesto total en 4,6 por ciento, mientras que en 2019 representó el 3,6 por ciento. Para 2021 se proyecta destinar un porcentaje similar al de este año en relación al presupuesto total. En relación al PBI, este año se va a destinar aproximadamente 1,3 por ciento del producto al área de salud, mientras que el año pasado esto representó un 0,8 por ciento del mismo. 

Con la llegada del nuevo gobierno, previo a la pandemia, ya se planeaba un crecimiento de la inversión estatal en asistencialismo de la población más vulnerable. "Los primeros bonos a jubilados que cobran la mínima y personas que cobran la AUH, en combinación con el lanzamiento de la Tarjeta Alimentar (que llega a 1,5 millones de personas) fueron los primeros pasos", explicaron. Continuando con que luego llegó el IFE (a 9 millones de personas) y refuerzos constantes en la entrega de alimentos que realiza el Ministerio de Desarrollo Social (se calcula que en los comedores hoy alimentan 11 millones de personas). 

"Es por ello que se visualiza un salto tan fuerte en el destino de recursos para estos sectores. En 2019 se destinó el 1,9% del presupuesto en asistencia social, lo que equivalió a un 0,4% del PBI. En relación al año pasado, este año se proyecta gastar un 185% más, llegando a 3,6% del presupuesto y un 1% del PBI. Para el 2021 se estima seguir con una inversión alta en promoción y asistencia social, de orden similar al de este año en relación al presupuesto y producto bruto", destacó Undav.