Los bancos siguen sin implementar el sistema para chequear si sus clientes se encuentran o no habilitados para comprar divisas. Las últimas regulaciones cambiarias del Gobierno limitan a los individuos que reciben algún beneficio social a comprar el cupo de 200 dólares.

Desde las entidades financieras aseguran que necesitan un listado de la Anses para automatizar el cruce de la información antes de volver a vender divisas. En el organismo previsional indicaron que los datos pueden consultarse públicamente a través de su página web.

Desde el miércoles de la semana pasada –luego del anuncio del paquete de medidas para reordenar el frente externo del Banco Central- que las plataformas de homebanking dejaron de ofrecer a sus clientes compra de moneda extranjera.

Cuando se intenta comprar dólares las aplicaciones indican que el servicio no se encuentra disponible por cambios en el sistema. “Estamos haciendo los cambios necesarios para adecuar los sistemas a la nuevas normativas vigentes”, se notifica.

Las demoras técnicas continuarían en los próximos días y algunos referentes de bancos dijeron que la venta de dólares podría volver recién en octubre.

¿Problemas técnicos?

Los consultores en tecnología plantean que las modificaciones requeridas – si los bancos se ponen de acuerdo- no requieren más que una pocas horas de programación.

“A nivel tecnológico automatizar la consulta de datos que se encuentra pública en la página de Anses prácticamente no requiere trabajo”. Así lo aseguró a este diario un experto en seguridad informática que prefirió mantener el anonimato.

Detalló que los bancos podrían utilizar técnicas de OCR para evitar hacer la consulta manual e incluso se podrían poner de acuerdo para tener un único sistema que se encargue de procesar el dato y el resto de los bancos acceder a esa base a través de una API.

Mencionó que “debe prestarse especial atención a este tema. El sistema financiero tiene oficio para especular y no sería extraño que las demoras tengan un motivo no santo. En la city se busca instalar un clima de devaluación y esto potencia el malestar”.

Mensajes cruzados

En los bancos aseguran que la Anses puso a disposición una consulta que no se adapta a los requerimientos tecnológicos que necesitan las plataformas de homebanking para implementar el cruce de información y decidir a quién autorizar la compra de dólares.

En el organismo previsional emitieron un comunicado asegurando que “no hay impedimento para que los bancos vendan dólares. La web de la Anses estuvo siempre disponible. Su base de datos es pública y los bancos pueden acudir a la misma sin problema”.

Esto va en línea con la normativa del Banco Central en la que se solicitó que los bancos hagan “una consulta en la página de Internet de la ANSES de la que resulte una certificación negativa denegada por contar la persona con ingresos propios”.

En este último punto se detalla que los ingresos propios de la persona deben explicarse por “relación de dependencia, ser beneficiaria de haberes previsionales o ser trabajadora autónoma, monotributista o de casas particulares; en estos tres últimos casos deberá manifestar mediante declaración jurada que no percibió subsidios de carácter alimentario".

Algunas entidades financieras evaluaron poner una nueva declaración jurada para que los usuarios que demanden divisas se comprometan previamente a no haber recibido un programa de beneficio de ingresos. Pero el espíritu de la norma específica que debe hacerse un cruce de datos (y no confiar en la declaración jurada).

En julio hubo cuatro millones de individuos que adquirieron el cupo de 200 dólares mensual y se especula que en agosto la cifra se elevó a casi 5 millones de personas.

La situación presionaba las reservas internacionales y desde el equipo económico rediseñaron el esquema de administración cambiaria para reducir esta demanda de dólar ahorro.

La prioridad fue que los individuos que reciben algún ingreso del sector público en forma de programa de bienestar social no puedan acceder al cupo mensual. La lógica es que esos ingresos se destinen al consumo del mercado interno y no al ahorro.