Perry Mason, el abogado criminalista más famoso de Los Ángeles, volvió este año a la pantalla pero con una impronta particular. El personaje de novelas policíacas creado por el escritor Erle Stanley Gardner tuvo su adaptación más exitosa en la serie televisiva de drama judicial emitida durante la decada del 60, que tuvo al actor Raymond Burr -el villano de La ventana indiscreta- en el rol protagónico del correcto e inteligente abogado defensor, que se encargaba (con éxito) de sacar de aprietos a sus clientes, quienes habían sido acusados injustamente de crímenes que no cometieron.  

Ahora, Ron Fitzgerald y Rolin Jones, los creadores de la serie producida por HBO, buscaron darle otra impronta al personaje y eligieron encarar la historia de sus orígenes, la etapa previa a convertirse en el impoluto defensor de inocentes. De esa manera, con una arriesgada apuesta, decidieron cambiar el tono del show original y convertirlo en un intenso policial negro en el que un joven Mason es un cuestionable investigador privado, bastante alejado de las leyes, que trabaja en una Los Ángeles sórdida, post Gran Depresión, caracterizada por la violencia, la corrupción policial, la prostitución y el fanatismo religioso. 

La trama de la primera temporada (ya anunciaron una segunda) se inicia con el secuestro y asesinato del pequeño Charlie Dodson, de un año de edad, cuyos padres habían sido extorsionados por un rescate de 100.000 dólares. El resonante y desconcertante caso llega al abogado E.B. Jonathan, mentor de Perry, quien contrata al detective privado para dar con la verdad de los hechos. 

El actor Matthew Rhys (The Americans) fue el elegido para darle vida al nuevo Mason, y consigue un convincente papel en el que se puede ir notando la sutil transformación del personaje. Además, es acompañado en el elenco por John Lithgow, Robert Patrick, Juliet Rylance, Tatiana Maslany y Stephen Root.

Perry Mason, serie disponible en HBO GO