Fue un panel que reunió a Horacio Rodríguez Larreta con Omar Perotti y Martín Redrado, entre otros, donde el jefe de Gobierno porteño aprovechó para ensayar su discurso presidencial: "Tenemos que terminar con la grieta", dijo y aseguro que existe desde hace un siglo y enfrentó a distintos grupos, incluídos "militares y civiles". También mencionó la coparticipación porteña, lo que le valió respuestas del gobernador de Santa Fe y de la exgobernadora de Tierra del Fuego Rosana Bertone. El titular de la UCR, Alfredo Cornejo, --también con vocación presidencial-- exigió un gran acuerdo que incluya una reforma laboral. Aseguró que los empresarios no contratan porque le temen a la legislación actual a favor de los trabajadores. Cornejo reconoció que los de Mauricio Macri "fueron cuatro años malos", pero que los problemas vienen de antes.

El encuentro fue durante la II Jornada de Políticas Públicas: "Propuestas por la Argentina", de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral. Larreta, Perotti, Redrado, Bertone y Cornejo formaron parte del primer panel, titulado "La gobernanza post-pandemia". Estaba previsto que se sumara Sergio Massa, quien finalmente no pudo asistir.

La dinámica fue de un Zoom con cada uno de los participantes, donde hablaba por diez minutos. No había posibilidad de que dialogaran entre sí, lo que no impidió algunos cruces. Arrancó el jefe de Gobierno, quien sacó a relucir el discurso que irá puliendo hacia su candidatura presidencial: "Tenemos que sacar de una vez por todas de la Argentina las divisiones. Se pelearon los unitarios con los federales, los peronistas con los antiperonistas, los militares con los civiles. No funcionó. Tenemos que terminar con la grieta. Dividimos la sociedad en dos: en buenos y malos", afirmó Larreta, quien advirtió que "la experiencia de enfrentar la pandemia fue una muy buena experiencia de coordinación, aun cuando somos de partidos políticos diferentes".

No obstante, Larreta no dejó de mencionar el conflicto por la coparticipación porteña: "Hace 10 días tuve un desafío muy grande a un vocación de diálogo: esta decisión inconstitucional de quitar la coparticipación. No lo transformé en algo personal, ni en un escándalo político. Me presenté en la Corte. En el medio de esa semana, tuve la necesidad de reunirme con el presidente y me reuní igual", contó. "Me avisaron 10 minutos antes lo de la coparticipación. Hay que superar las actitudes de no consenso por parte de nuestro adversario político", reiteró.

También volvió a la carga con el regreso a clases presenciales: "Los chicos no tienen clase desde el 16 de marzo. Así que venimos insistiendo en que hay que empezar un proceso. Presentamos una primera y una segunda propuesta. Y vamos a seguir insistiendo con eso. El lunes tuvimos un primer buen paso", advirtió.

En plan de presentarse como una alternativa a Macri, Larreta resaltó como es su armado porteño: "En la Ciudad tenemos una coalición muy amplia, que incluye a Martín Lousteau, con el que tuvimos una elección muy peleada en 2015 y volvimos a competir en 2017. Es un tipo que yo valoro". "Tenemos esa vocación de consenso e incluso ampliándonos", advirtió, contra ciertos sectores del PRO que plantean quedarse con el núcleo duro.

Los planteos de Larreta sobre la coparticipación no pasaron desapercibidos. Recogió el guante el gobernador de Santa Fe: "Bienvenida la discusión, Horacio. La distribución de los fondos en la Argentina es larga. Me parece muy bueno discutirlo en estos momentos. Pero si hay algo que puso en evidencia esta pandemia es como el AMBA se convirtió en una aspiradora de recursos del interior. Así que bienvenida la discusión de la distribución. No la tomo como un tema de grieta", le dijo Perotti. También la exgobernadora de Tierra del Fuego Rosana Bertone advirtió que "la centralización que nos impone lo mediático no deja pensar. Y hasta la gente del interior puede llegar a pensar solo en la realidad de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires".

Por su parte, el exgobernador de Mendoza Alfredo Cornejo prefirió no hablar de la coparticipación porteña: "El Frente de Todos intenta afirmar, capciosamente, que en los últimos cuatro años poco menos que hubo una guerra en la Argentina, pero la verdad es que tuvimos cuatro años malos, pero llevamos diez que no crecemos". Fue una admisión de lo que fue el gobierno de Macri, por el que Cornejo no tiene demasiado aprecio.

También plantado con el traje de candidato a presidente, Cornejo indicó que "necesitamos hacer reformar profundas que son dolorosas en la deliberación pública". Las enumeró: reforma fiscal, previsional y laboral. Sobre esta última, dio pistas de hacia donde iría: "Las empresas no toman trabajadores por miedo a la indemnización. Hay que modificar las leyes laborales". También dijo que haría una reforma impositiva, donde la mayoría de los impuestos los cobren las provincias y no el Estado nacional. "Y que le coparticipen a la Nación", apuntó. "El Gobierno actual tiene que generar una credibilidad suficiente con un acuerdo con la oposición con estos fundamentos. Persistir en las mismas recetas nos va a seguir enredando en una grieta", indicó.

El panel lo cerró el expresidente del Banco Central Martín Redrado, quien consideró: "El FMI pide ajuste fiscal y ajuste cambiario y eso es inviable en la Argentina. La clave es ir a negociar en un programa hecho en la argentina". En un panel posterior, el exministro de Economía Alfonso Prat Gay aseguró: "Quise avanzar con un acuerdo económico y social en el Gobierno anterior, pero no me dieron la cabida con esa idea que ya habíamos acordado". Fue una última factura para Macri y, por supuesto, para el exjefe de Gabinete Marcos Peña.

El discurso de Alberto Fernández

El presidente Alberto Fernández cerró las jornadas de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral: "Todos saben que la crisis del dólar no la inventé yo. Es lo que heredamos en diciembre. La inestabilidad económica tampoco la creamos nosotros", advirtió. 

"Estamos en un punto de inflexión en el mundo entero. Ha habido un zigzagueo entre los que creímos que la Argentina debía industrializarse y aquellos que creían que eso era pura retórica. Y pensaban que había una suerte de eficientismo, que siempre se convirtió en una gran frustración", advirtió. 

"Siempre hubo dos modelos antagónicos sobre cuál es el camino correcto", remarcó. "Lo que sí nos pasa por primera vez es este tema de enfrentar una pandemia", indicó. "La pandemia nos afecta igual que a los otros. Veía como cayó el producto bruto en Uruguay. La pandemia ha destruido las bases económicas del mundo", afirmó el presidente. 

"Tenemos que pensar qué Argentina queremos reconstruir. La distancia entre los ricos y los pobres se amplió muchísimo en estos últimos cuatro años", indicó. "No es que la Ciudad de Buenos Aires es opulenta porque el que gobierna es un ser perverso. No: es el modelo que se construyó", planteó. Ante una pregunta con la coparticipación porteña dijo: "Tuve una larga charla con Larreta, de una hora. Él las entendió. No quiero decir que las haya compartido. No he roto ningún puente". 

Se refirió al planteo de un acuerdo entre oficialismo y oposición que hizo el exministro de Economía Alfonso Prat-Gay: "La pregunta es, ¿con quién hago el pacto? Si hace no se cuantos sábados, sale un grupo de tipos a decir que yo inventé el virus y decir barrabasadas. Algunos dicen que la salud quede en manos privadas y nos quedemos sin ministerio". Cuestionó también a quienes agitan el fantasma del fraude. Y pidió lograr "acuerdos políticos basales".