El reconocido músico y compositor Gustavo "Cuchi" Leguizamón, nació el 29 de septiembre de 1917 y murió el 27 de septiembre de 2000 en la provincia de Salta. A dos décadas de su partida, los homenajes y recuerdos no cesan debido a la enorme contribución que realizó a la música popular. Ahora la memoria llega de la mano de Claudio Koremblit, investigador y divulgador musical, que estrenará este domingo 27 el documental “Gustavo Leguizamón creando la tierra”, en el que reúne el trabajo minucioso de cinco años. 

"Si fuera por lo poco que se conoce de su obra debería decirte que la intención (del documental) fue llamar la atención sobre la parte menos conocida de la obra del Cuchi", dijo Koremblit en conversación con Salta/12. La pieza audiovisual podrá verse durante todo el día 27 por el canal de YouTube de Archivo Armusa. El audiovisual muestra material de archivo inédito junto al recuerdo del círculo más cercano del músico. 

Para Koremblit, la música del Cuchi tenía "la virtud de ser tradicionalista y vanguardista a la vez". Consideró que la obra que realizó el compositor salteño en la armonía musical "es de una audacia y una belleza que no tiene límites ni precedentes". Y por eso, lo distinguió como "un revelador sonoro" y "destapador de oídos" para los músicos y melómanos, más allá de obras destacadas como La Pomeña, Balderrama y Zamba del carnaval.

Aún con estos himnos que tiene el folclore argentino, el realizador manifestó que el Cuchi dejó un vació que hay que ir llenando, dado que no dejó manual, método o discípulo alguno que permita continuar en la aproximación a sus composiciones. Dijo que por esa razón creyó en la idea de ampliar por medio del documental en "materia del Cuchi". Aseguró que no basta con interpretarlo, sino que "hay que estudiarlo y profundizarlo siendo fieles a sus conceptos e ideas" para dar paso a la percepción de su sensibilidad y visión. 

Para el autor del documental, el Cuchi descubrió "la magia de los intervalos disonantes ante una audiencia de música popular que siempre estuvo atada a una armonía decimonónica". Explicó que ello puede verse en las ideas que trabajó el compositor primero en el piano y que luego transportó a los registros musicales a dos voces en los que se vio "un juego contrapuntístico inusitado y con acordes vocales nunca escuchados en el canto popular" en cualquier parte del mundo. 

"Ha generado una fascinación en su auditorio y un cambio en la apreciación de la música, suya y de cualquier otro, que es de un valor cultural y una trascendencia que no podemos medir",merituó Koremblit. 

De lo personal a la búsqueda pública

Además de la admiración por el maestro salteño, el documental también se llevó adelante por el  archivo personal de Koremblit y que data de 25 años. Durante ese trayecto, fue productor musical en los años 80 del programa Badía y compañía, conducido por Juan Alberto Badía y que se transmitía por la Televisión Pública

En 1984 Koremblit llevó al Cuchi al programa televisivo. Este hecho de relevancia estará en el documental "por la música que contiene", manifestó el realizador. Allí se lo escucha al salteño junto a los hermanos Juan "Chango" y Carlos "Bongo" Farías Gómez y Matías González.  

Además, se incluyen archivos de las entrevistas a Marcelo Pérez Cotten, Marta Rodríguez Santamaría y Blanca Rébori, tambien, de una conferencia que aportó la música Chany Suárez. En 1985 Suárez le rindió un homenaje en vivo al compositor en compañía de Ángela Irene y Liliana Rodríguez.

Koremblit dijo que quería volver a mostrar esos materiales audiovisuales que contaban con la participación de los músicos y sus compañeros del programa y de esta manera "celebrar la apertura de aquel viejo programa, ya que la mayoría de los artistas nunca más pisaron un estudio de TV". 

Durante ese ciclo televisivo, el entonces productor musical se encargó de llamar a los artistas que eran considerados al "margen" de la movida cultural porteña. Fue el mismo Badía quien entrevistó a Koremblit al final del ciclo atribuyéndole la responsabilidad casi exclusiva en el rol de productor de “aquello que para la TV era marginal" y que el programa "se dio el lujo de tener”. 

Por eso, consideró que lo que posee es un "pedazo de la memoria audiovisual perdida por la irresponsabilidad de los medios en el origen". Recordó que durante la etapa menemista se "borraba todo sin que hubiera un criterio de archivo" y no hubo una preservación de estas expresiones de la cultura, "por la desidia de las empresas" a quienes "se les entregó el patrimonio estatal".

En distintas iniciativas intentando introducir el material de archivo en la televisión abierta o por cable, el investigador "rebotó" sistemáticamente en todos lados. "A ningún canal le interesaba la música", consideró. Tampoco funcionó en la apertura del Canal Encuentro en 2006.

Durante la gestión de Mauricio Macri y con la entonces directora del Canal Encuentro, Fernanda Rotondarola suerte no cambió. Koremblit contó que le dijo a Rotondaro que la idea era presentar “una mirada desde el núcleo afectivo” de los músicos, pero la funcionaria respondió que no les interesaba. 

"La pandemia hizo que el nuevo gobierno tampoco pudiera ayudar", detalló en relación a Alberto Fernández. Sin apoyo privado ni estatal, el productor llevó adelante su idea con el acompañamiento de amigos y otros trabajos que debió tomar para continuar el audiovisual. 

Desde hace unos años, Koreblit está a cargo del Archivo Musical Sudamericano (Armusa) que fue inaugurado por Américo Castilla cuando fue secretario de Patrimonio Cultural de la Nación, a comienzos de 2016. Tras la renuncia de Castilla por el escueto presupuesto, Koremblit tomó su lugar aún sin mayores inversiones económicas. 

Si Koremblit pudiera entrevistar al Cuchi hoy, aseguró que le preguntaría "si en el cielo lo trataron mejor que en su paso por la tierra". Afirmó que "dejó mucho que desear el reconocimiento de los funcionarios que gestionaron la cultura en todo el país durante el siglo XX".