El ahora ex embajador, tras varios días de polémica con la oposición, había confirmado la semana pasada que, por pedido del Ministerio de Defensa, había hecho gestiones ante Washington para ingresar en los programas a través de los cuales Estados Unidos financia a países aliados la compra de armamentos. Tal como adelantó Página/12, el líder de ECO viajaría esta semana a la Argentina, donde tenía varias reuniones agendadas, entre ellas una con el presidente Mauricio Macri, a quien le presentó su dimisión esta tarde.

 

Tras aclarar los términos de la carta que le envió al congresista Peter Visclosky, en la que le anexaba cuatro listas con más de cien items de armamento, que incluían tanquetas, aviones, helicópteros y misiles. En la misiva, Lousteau señalaba que la Argentina buscaba la ayuda de Estados Unidos “para mejorar su capacidad para enfrentar amenazas globales urgentes como combatir contra flagelos como el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado”.

El ex embajador, en su afán de demostrar su fe republicana, también había sostenido que era un “profundo admirador del presidente Raúl Alfonsín y de su gesta por consolidar el orden constitucional democrático” y que compartía el contenido de las leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior, que prohíben expresamente a las Fuerzas Armadas la intervención en asuntos internos, que había quedado en entredicho a raíz de los pedidos de compra de armamentos a Estados Unidos.