La violencia discursiva, las “fake news” y las falacias inundan el debate público. Las redes sociales, lejos de funcionar como un freno a esa tendencia, la aceleraron y la profundizaron. Un problema viejo, pero con significciones y dinamismos nuevos. Bajo el paraguas de la libertad de expresión, los “discursos de odio” circulan cada vez con mayor potencia y repercusión en los más disímiles ambientes, desde la calle hasta los medios, llegando incluso a formar parte de la habitual verba de algunos presidentes y de ciertos dirigentes políticos de Argentina y el mundo. El problema es que ese tipo de expresiones, sistematizadas, atentan contra la libertad de expresión de la que dicen ampararse, en tanto inhiben a expresarse a quienes piensan distinto. Bajo esa idea, la Defensoría del Público presentará este viernes “NODIO: Observatorio de la desinformación y la violencia simbólica en medios y plataformas digitales”, que tiene como finalidad proteger a la ciudadanía de las noticias falsas, maliciosas y de las falacias.
Según la UNESCO, “los discursos de odio son expresiones utilizadas para acosar, perseguir, violentar a personas o grupos de personas con el fin de segregarlos de la esfera pública”. Ese tipo de expresiones, que se ocultan en ideologías o sentimientos, lejos de promover la libertad de expresión, la clausuran. En busca de mejorar la convivencia democrática en la esfera pública, el organismo estatal decidió crear NODIO, un espacio para el cual abordar y tratar este tipo de comunicación. La presentación del observatorio será este viernes y contará con la participación de la Defensora del Público Miriam Lewin, el Director de Planificación Estratégica e Investigación Glenn Postolski, y un panel diverso de especialistas de la comunicación. Participarán del encuentro virtual el psicoanalista y escritor Jorge Alemán; la diputada y doctora en Ciencias Sociales Florencia Saintout; la investigadora y analista de medios Adriana Amado Suárez; el abogado especializado en política y derecho de la comunicación Damián Loreti, y la periodista y escritora María Seoane. El evento se podrá ver en vivo, desde las 16, en la web de la Defensoría del Público (www.defensadelpublico.gob.ar) y en su canal de YouTube.
“Hay una preocupación que nos expresaron reiteradamente integrantes de las audiencias acerca de la circulación de mensajes xenófobos, homofóbicos, misóginos, cargados de violencia, en medios de comunicación y redes sociales”, le explica a Página/12 Miriam Lewin. “Estos mensajes fomentan la polarización y victimizan y silencian a sectores vulnerables de la población, a los que se culpa de todos los males y los expulsa de la plaza pública. En pandemia, nos preguntamos qué consecuencias esto trae, de qué manera imposibilita un debate democrático saludable, sin agresiones, sin insultos, con ideas. Y esto, sumado a la desinformación, revela un panorama adverso para la comunicación. Necesitamos como ciudadanas y ciudadanos información veraz, chequeada. En el aislamiento, con nuestras emociones a flor de piel, somos más proclives a aceptar como cierto lo que segmentado en las redes, refuerza nuestros prejuicios. Le damos 'me gusta' y compartimos por impulso aquello que puede ser lesivo, incluso para la salud física. Para estudiar como circulan esos mensajes e idear alianzas con plataformas, organizaciones civiles y organismos del estado para generar iniciativas que provean de instrumentos para enfrentar este fenómeno y sanear el diálogo es que creamos el Observatorio”, subraya la periodista devenida funcionaria.
El observatorio funcionará en el ámbito de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual y contará con un Consejo Asesor, compuesto por muchos de los que participarán de la presentación. El observatorio trabajará en la detección y verificación de la información, en la identificación y desarticulación de las estrategias argumentativas, la identificación de las operaciones de difusión, los sistemas de alertas, entre otras acciones con el objetivo de proteger a la ciudadanía comunicacional de este tipo de informaciones. “No es una idea nuestra exclusivamente, nos preceden experiencias exitosas en ese sentido en el mundo, nunca por el lado de lo punitivo ni de restricciones a la libertad de expresión. Al contrario, queremos que se fortalezca el derecho efectivo de todos y todas a opinar y no solo el de una minoría violenta o maliciosa”, afirma Lewin.
“El discurso del odio, la desinformación y las noticias maliciosas promueven la polarización social y la violencia colectiva, avasallan el derecho a estar informado, degradan el debate público y amenazan la democracia”, enumera Glenn Postolski, Director de Planificación Estratégica e Investigación del organismo. “Resulta necesario -explica el ex Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- un espacio público y plural desde el cual estudiar e investigar estos fenómenos, promover la discusión pública sobre los mismos y servir de sustento para nuevas políticas públicas que protejan el derecho a la comunicación de las audiencias”.