Diego Schwartzman no pudo lograr lo imposible y se despidió en las semifinales de Roland Garros tras caer ante Rafael Nadal por 6-3, 6-3 y 7-6 (0). Si bien el argentino intentó tomar la iniciativa y por momentos hasta incomodó al español, no consiguió desestabilizarlo en largos pasajes ni aprovechar buena parte de las oportunidades con las que contó. Rafa definirá el título ante Novak Djokovic, quien derrotó 6-3, 6-2, 5-7, 4-6 y 6-1 al griego Stefanos Tsitsipas. Será el 56° duelo entre ambos, el noveno en finales de Grand Slam y el séptimo en la arcilla parisina, de un historial global que el serbio lidera  29-26.

El desafío era mayúsculo. Nadal llegaba con apenas dos derrotas en cien partidos disputados en el torneo en el que se convirtió en leyenda y que conquistó nada menos que doce veces entre 2005 y 2019. Sólo el sueco Robin Soderling en 2009Djokovic en 2015 fueron capaces de concretar la quimera.

Schwartzman arribaba a su primera semifinal de Grand Slam en el mejor momento de su carrera. Venía de eliminar al austríaco Dominic Thiem, el número tres del mundo, en un choque de antología y se plantaba ante Nadal como una amenaza real, dado que lo había vencido por primera vez tres semanas atrás en los cuartos de Roma. Había demostrado, en pocas palabras, que estaba preparado para dar el salto de calidad y poner en aprietos a Nadal en la Philippe Chatrier.

Más allá de la presión de Peque para forzar el tie break en el tercero, en el instante de la verdad Rafa sacó a relucir los colmillos y no hubo nada que hacer. "Nadal es increíble; a veces pensás que lo tenés, que podés llegar al cuarto set, pero de repente terminó el partido. Estos jugadores encuentran la solución sin que te puedas dar cuenta", explicó.

Para Schwartzman, de todos modos, habrá sido un torneo bisagra en su trayectoria: el próximo lunes se convertirá en el top 10 argentino número 13 desde la creación del ranking ATP en 1973 -figurará 8° en el listado-. Un dato adicional: con un metro y 70 centímetros de estatura, será el singlista de menor estatura en el selecto lote desde el 27 de julio de 1981, la última aparición del estadounidense Harold Solomon (1,68 metros). "En Roma y acá gané partidos contra los cinco primeros cuartos o semifinales y por eso pude sacar la diferencia para entrar al top 10. Luché tanto por esto que creo que me lo merecía", analizó Schwartzman.

El próximo objetivo del argentino, sin dudas, es el sueño de disputar el Masters de Londres, el certamen de fin de año que reúne a los ocho mejores tenistas de la temporada. En esa carrera ya se ubica octavo, aunque necesitará llegar noveno dado que Federer, quien se recupera de una cirugía de rodilla, no podrá participar. En ese sentido el Peque ya vislumbra la planificación de la gira indoor: "Voy a estar casi seguro en el segundo torneo de Colonia, donde puedo sumar puntos; después está Viena, pero tengo la final del año pasado y sólo puedo sumar si salgo campeón; y por último París Bercy, aunque podría sumar Sofia si necesitara puntos para entrar al Masters".

Por otra parte, habrá que inventar nuevos vocablos para dimensionar lo que representa la figura de Nadal en Roland Garros. Después de este triunfo ante Schwartzman, el número 99 de su registro personal en el torneo parisino, será el tercer jugador más veterano que alcanza la final masculina de singles desde el inicio de la Era Abierta en 1968. Con 34 años y 130 días de edad, está sólo por detrás del australiano Ken Rosewall en 1969 (34 y 218) y el español Andrés Gimeno en 1972 (34 y 306).


La leyenda de Rafa excede su supremacía en Roland Garros desde hace varios años. El español tiene, por primera vez en su vida, al alcance de la mano el récord más importante de la historia del tenis: este domingo tendrá el desafío de ganar en París por 13ª ocasión y ponerse a la par de Roger Federer con 20 títulos de Grand Slam. En caso de consagrarse se sumaría a la "mesa chica" de singlistas que pertenecen al club de los 20, con al menos ese número de trofeos grandes en singles: la australiana Margaret Court (24), la estadounidense Serena Williams (23), la alemana Steffi Graf (22) y el propio Federer.

Roland Garros se juega fuera de la fecha habitual: cada temporada suele desarrollarse la última semana de mayo y la primera de junio, sobre el ocaso de la primavera en Francia, y esta vez tiene lugar en el otoño, con temperaturas más frías, pelotas más pesadas de menos pique y condiciones más lentas. Todo un cóctel que no beneficia a Nadal, quien de cualquier forma cuenta con dos marchas más que el resto de los mortales en Roland Garros y atravesó su camino rumbo a la final sin ceder sets.

Kenin y Swiatek definen el título femenino

La estadounidense Sofia Kenin y la polaca Iga Swiatek jugarán este sábado la final de Roland Garros, el último Grand Slam de esta atípica temporada azotada por el coronavirus. La número seis del mundo, quien viene de eliminar a la checa Petra Kvitova, buscará su segundo título grande después de haberse impuesto en la última final del Abierto de Australia ante la española Garbiñe Muguruza. La bombardera de 19 años, quien derrotó a la revelación argentina Nadia Podoroska, intentará consagrarse por primera vez en un certamen de la máxima categoría.

Swiatek llegó a su primera final de Grand Slam al ganarle a Nadia Podoroska. (EFE)


Si bien Kenin partirá como favorita en el partido por el trofeo, tendrá un escollo muy duro: Swiatek, la primera polaca en alcanzar la final de Roland Garros y una de las joyas más valiosas del circuito WTA, llegará al choque definitorio sin dejar sets en el camino y tras exhibir una forma de juego arrolladora, con base en un drive explosivo y desbordante. Entre los triunfos más resonantes aparece, sin dudas, el que logró en los octavos de final ante Simona Halep, número dos del mundo y campeona en París en 2018.

La polaca de 19 años, hoy ubicada en el puesto 54 del ranking WTA, no tardará mucho tiempo en meterse entre las diez mejores del mundo. Gracias al acceso a la final de Roland Garros se convertirá, al menos, en la 24ª del listado profesional.

Gran actuación de los juniors argentinos

El juvenil argentino Juan Bautista Torres, de 18 años, perdió ante el suizo Dominic Stricker y quedó eliminado en las semifinales del torneo masculino junior de Roland Garros, el Grand Slam sobre polvo de ladrillo. Ex finalista del prestigioso Orange Bowl, cayó frente al séptimo favorito por 6-0, 5-7 y 6-0 en una hora y 22 minutos de juego, en el court 14 del complejo parisino, y se despidió del torneo en su último año en la categoría juniors.

El bonaerense, verdugo en el debut del letón Karlis Ozolins (tercer cabeza de serie), fue el argentino que más lejos llegó entre los juveniles. El otro jugador nacional, Alex Barrena, de 17 años, había caído en cuartos ante el octavo favorito Leandro Riedi.

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