El gobierno francés reforzó este martes la seguridad en lugares de culto y advirtió que existe un riesgo "muy alto" de atentados en el país, en medio de crecientes tensiones geopolíticas con el Islam después de la decapitación de un profesor francés que había mostrado a sus alumnos caricaturas del profeta Mahoma.

La policía nacional anunció un incremento de la seguridad en torno a lugares religiosos con motivo del Día de Todos los Santos, el próximo domingo, luego de detectar un creciente número de amenazas online tanto contra cristianos como contra musulmanes moderados. El ministro del Interior, Gerald Darmanin, dijo a la radio France Inter que el peligro de ataques extremistas en Francia sigue siendo "muy alto" y recalcó que "tenemos muchos enemigos dentro y fuera del país".

El presidente Emmanuel Macron había asegurado, tras el crimen del profesor Samuel Paty, el pasado 16 de octubre en las afueras de París, que la publicación de cualquier caricatura, incluso de Mahoma, el profeta de los musulmanes, está protegida por leyes de libertad de expresión en vigor en su país y "en Occidente". Esta declaración generó la repulsa de los países árabes y de Turquía, que llamaron a boicotear los productos de Francia. 

Este martes, más de diez mil miembros de un partido islamista se manifestaron contra Macron en Daca, la capital de Bangladesh, donde quemaron una pancarta con el rostro del presidente galo cruzado con una "X" y una maqueta suya con tres zapatos colgados alrededor del cuello en señal de insulto.

Los manifestantes marcharon con carteles que pedían un boicot a productos franceses y llamaban a la unidad del Islam. Fueron detenidos por la policía antes de llegar a la embajada de Francia.

En enero de 2015, islamistas de la red Al Qaeda nacidos en Francia mataron a tiros a doce trabajadores de la revista satírica francesa Charlie Hebdo en París en respuesta a la publicación de caricaturas de Mahoma. Los dibujos también desataron protestas en países islámicos: en algunas de ellas provocaron muertos. Ese clima volvió hace pocos días tras el crimen del profesor, a manos de un joven checheno de 18 años que fue abatido por la policía.

El ministro Darmanin ratificó planes de disolver organizaciones islámicas que pregonen visiones radicales o tengan financiamiento extranjero, al tiempo que acusó a Turquía y Pakistán de "entrometerse en los asuntos internos de Francia", un día después de que Pakistán convocara al embajador francés para quejarse por las caricaturas de Mahoma.
"Hay una batalla contra la ideología islamista. No debemos ceder. Pero la fe musulmana tiene todo su lugar en la República", manifestó.

Dialéctica con Turquía


Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha puesto a la cabeza de la carga contra Francia: llamó al boicot y llegó a cuestionar la estabilidad mental de Macron, tras lo cual Francia llamó a consultas a su embajador en Turquía.


Mientras el Gobierno francés busca apaciguar las tensiones, Charlie Hebdo volvió a la carga y adelantó en su cuenta de Twitter su portada de mañana bajo el título “Erdogan en privado es muy divertido”. En la portada se observa un dibujo del hombre fuerte de Turquía sentado en un sillón en camiseta y calzoncillos levantándole la túnica a una mujer para dejar su trasero desnudo al descubierto, mientras ella ríe. De la boca de Erdogan sale la frase “¡Oh, el profeta!”, mientras tiene su lengua afuera con lascivia.

Las tensiones entre Francia y Turquía escalaron en los meses recientes por la participación de los tuecos en conflictos en Siria, Libia y en la región caucásica de Nagorno Karabaj, territorio en disputa entre Armenia y Azerbaiyán.

En el resto del mundo árabe 

En Qatar y Jordania se cumple con el boicot y retiraron productos franceses de las góndolas, mientras en los territorios palestinos de Gaza, en Túnez, Siria y Senegal hubo manifestaciones para denunciar los "ataques al Islam" por parte de Macron.

En los últimos días, decenas de sitios web franceses sufrieron ataques de piratas informáticos que publicaron mensajes de propaganda islamista. El presidente francés, por su parte, recibió el respaldo de los líderes de Países Bajos, Alemania, Italia, Grecia y la Unión Europea (UE).

La UE advirtió este martes que la postura de Erdogan contraviene a los acuerdos comerciales existentes con Turquía y podría perjudicar sus esfuerzos de larga data de adherirse al bloque comunitario. "Un boicot solo servirá para alejar todavía más a Turquía de la UE", dijo el vocero de la Comisión Europea (CE), el Ejecutivo del bloque, Balazs Ujvaris.

También, la Cancillería de Irán convocó a un diplomático francés y le dijo que la respuesta de Francia al asesinato de Paty era "imprudente" y que el Gobierno de Macron alentaba el odio hacia los musulmanes bajo el disfraz de un apoyo a la libertad de expresión, según informó la TV estatal iraní.

En Arabia Saudita, la agencia de noticias oficial SPA publicó un comunicado de la Cancillería que "rechaza cualquier intento de vincular el islam al terrorismo y denuncia las ofensivas caricaturas del profeta". En Qatar, el Gobierno también condenó lo que describió como "una dramática escalada en la retórica populista" incitando al odio y la hostilidad contra los casi 2.000 millones de musulmanes del mundo. 

En tanto en Pakistán, el Parlamento aprobó una resolución de condena a las caricaturas de Mahoma, según informaron medios locales.