Medio centenar de detenidos alojados en los penales bonaerenses de Melchor Romero, Florencio Varela, Campana y San Martín iniciaron este sábado un reclamo en demanda del restablecimiento de las visitas familiares presenciales suspendidas en el marco de la pandemia del coronavirus.

El gobierno de Axel Kicillof trabaja esta tarde destrabar la protesta que incluyó el ascenso de los internos a los techos los penales. Cabe señalar que desde el cominezo de las medidas de aislamiento social existe una mesa de diálogo conformada por las distintas partes.

"Los detenidos fueron habilitados a utilizar teléfonos celulares para comunicarse y mantener video llamadas con el fin de no cortar el vínculo con sus familiares", indicaron a Télam desde el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

Desde la provincia confirmaron que en las cárceles de Melchor Romero, Florencio Varela y Campana la situación era más tranquila y que el epicentro del reclamo quedó en las Unidades 46 y 48 de San Martín, en donde tres mujeres y cinco hombres celadores fueron tomados de rehenes y luego liberados.

En este contexto, tanto en Florencio Varela como en San Martín concurrió un juez de garantías y un defensor público, al tiempo que la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) se presentó en las unidades.

Por su parte, fuentes de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia precisaron que "una delegación de este organismo se dirigió a los penales para tratar de dialogar con los detenidos".

Según un vocero del organismo provincial, "desde el Servicio Penitenciario bonaerense se evaluaba restablecer la presencialidad de las visitas a los penales" y ante esta posibilidad los internos visibilizaron su reclamo.

Al respecto, el vocero de SPB aclaró que "el restablecimiento de las visitas familiares presenciales implica una articulación coordinada de varios ministerios y municipios para la puesta en marcha de los protocolos, algo que no se puede implementar de un día para otro".

En principio, las visitas serían desde las próximas semanas como prueba piloto con protocolos y cupos. Sin embargo, cuando ese diálogo estaba avanzando comenzaron a pedir la morigeración de las penas, por lo que hubo un compromiso de trasladar ese reclamo a los juzgados correspondientes.