El seleccionado de Australia venció 24-22 a Nueva Zelanda, por la segunda fecha del torneo Tres Naciones de rugby, en el cual también toma parte Argentina, dejando a la competencia que se celebra en territorio australiano abierta para cualquier definición.

El encuentro se jugó en el Suncorp Stadium de Brisbane, en donde los All Blacks no ganan hace diez años, con el arbitraje de Nic Berry de Australia, quien expulsó y amonestó a un jugador de cada equipo.

Este partido fue el cuarto y último de la serie por la Bledisloe Cup que disputan anualmente ambos países y que ganó Nueva Zelanda, desde hace 18 años consecutivos, al sumar dos triunfos contra uno australiano y una igualdad.

En la primera fecha del Tres Naciones, que varió el nombre en lugar del Rugby Championship debido a que Sudáfrica, vigente campeón mundial, desistió de jugarlo, Nueva Zelanda había vencido en Sidney 43-5.

Ahora Nueva Zelanda suma cinco puntos (con el bonus ofensivo de la fecha inicial), Australia cuatro y Los Pumas debutarán el sábado próximo ante los All Blacks en el Bankwest de Sidney, desde las 3.10.

Los puntos de Australia fueron obra de tries de Tom Wright y Taniela Tupou, una conversión y cuatro penales de Reece Hodge, mientras que All Blacks sumó tres tries por intermedio de Rieko Ioane, Codie Taylor y Vaai Tupou y dos conversiones y un penal de Jordie Barrett.

Berry le mostró tarjeta amarilla (diez minutos fuera del terreno de juego) a Marika Koroibte de Australia y Scott Barrett de Nueva Zelanda, y expulsó en el local a Lachlan Swinton y en los All Blacks a Ofa Tuungafasi.

Ambos equipos hicieron muchos cambios con respecto a la goleada de la semana pasada, especialmente por el lado de los neozelandeses, que igualmente presentaron una formación de primer nivel con algunos suplentes que serían figuras en cualquier otro importante seleccionado.

Algunas acciones violentas hicieron que ambos equipos sufrieran el rigor del árbitro Berry y la incertidumbre del resultado se mantuvo hasta el final, con un equipo australiano que emocionalmente necesitaba un triunfo tras la caída 43-5.

Además, el triunfo le dio al certamen un marco de incertidumbre y emoción ya que si hubiese ganado Nueva Zelanda quedaba a un paso de ganar el título a la espera de los dos cotejos que la potencias oceánicas deben afrontar ante Los Pumas.