“El cine es expresión esencial de la cultura para las naciones y los pueblos…es importante entenderlo, un país es sin lugar a duda tan grande o pequeño como su proyecto cultural o como su cine… los estados deben proteger sus industrias culturales, porque suelen crecer en la medida de su proyecto cultural. Nuestro lugar en la historia tendrá la medida de nuestros relatos y los de nuestro cine, en ellos ya se está contando lo que fuimos, lo que nos pasó, lo que nos pasa, pero también lo que queremos ser. Quiero…expresar el reconocimiento mío y de nuestro Gobierno a todos los cineastas argentinos que han aportado más allá de su valiosa obra audiovisual, a los que juntaron arte con conciencia, a los que se sacrificaron con la coherencia de reunir la vida y obra en el mismo sentido de procurar justicia y bienestar general, a los que fueron un tábano frente a la devastación que sufrimos, a los que están dispuestos y deseosos de expresar los nuevos tiempos de esta Argentina que queremos tanto”.

Son palabras que el compañero Néstor Kirchner pronunciara en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en marzo de 2004.

Y nosotrxs, como PERONISTAS DEL CINE Y EL AUDIOVISUAL las hacemos propias. 

Volvemos a ser un tábano en la devastación producida por cuatro años de liberalismo y uno de pandemia que nos ha golpeado y que intenta inmovilizarnos. 

Entre 2016 y 2019, como en muchas áreas del país, en el audiovisual también se desarmó aquello que tanto costó levantar. Con especial esmero se destruyó todo lo bien hecho en una década.

Quedó vacía la política federal de expansión de la ENERC (la Escuela de Cine del INCAA) y sus sedes provinciales. Se descontinuaron concursos de cortos, películas y series. Se intentó desarticular a Canal Encuentro, a Paka, a DeporTv, a los medios públicos provinciales y nacionales, se derrumbaron los Nodos y los Polos audiovisuales, se desfinanció a los festivales nacionales, provinciales y municipales; todas herramientas que habían contribuido a una verdadera explosión de talento en todo el país, sembrando cineastas, constituyendo Pymes, generando trabajo registrado y de calidad y formando nuevas audiencias.

A fines de 2015 teníamos aún pendientes varias batallas por la distribución y la exhibición de tanta producción realizada año a año, con la indispensable presencia activa del Estado haciendo lo que la Constitución Nacional, los Tratados Internacionales y las convicciones de nuestro movimiento nos exige.

Cuatro años después, la política neoliberal de Cambiemos (JxC), plagada de falso individualismo meritocrático, retrotrajo los niveles de producción nacional aún más atrás que durante los tiempos de la Alianza, y al inicio de la nueva gestión todo estaba por hacerse, nuevamente.

El categórico triunfo electoral del Frente de Todxs de agosto y octubre de 2019, nos encontró con la esperanza intacta trabajando para recuperar lo perdido.

Pero, lamentablemente hasta ahora, no hemos sabido estar a la altura de los desafíos que la unidad peronista, vencedora en las urnas, requería para conformar un equipo de gestión representativo de esa victoria, con una comprensión acabada de la tierra arrasada dejada en el terreno del audiovisual y sobre todo de la imprescindible generación de una estrategia productiva que debía implementarse rápidamente para poner a todo el sector de pie.

La enseñanza del presidente Néstor Kirchner en 2003 nos marca el camino: a tres días de asumir, él mismo, en persona, se dirigió a Entre Ríos acompañado por el flamante Ministro de Educación para destrabar el conflicto docente y poner manos a la obra en la reconstrucción de ese sector y del país.

Es la señal y la metodología por imitar. Aun con la pandemia, o incluso por eso mismo, había que poner manos a la obra para resolver una situación que nos tenía y tiene cerca del abismo.

Sin embargo, no hubo tal celeridad. La pandemia y la anomia de gestión ya han hecho caer del mapa a varixs. Y a muchxs de nosotrxs nos tiene en un delicado equilibrio al borde de la ruina y cercanos a una situación terminal.

Actrices y actores, técnicos y técnicas, sin trabajo. Cineastas sin ingresos. Productoras nacionales independientes aniquilando su capital productivo sin poder funcionar, quebradas o al borde de la quiebra. Redes de producción de Pymes nacionales construidas tenazmente durante años, desarmadas y rotas. Distribuidoras nacionales y Festivales cerrando. Falta de políticas públicas con perspectiva de género. Todo un ecosistema audiovisual sin futuro.

Como sostenía Leonardo Favio, somos compañeros y compañeras peronistas que hacemos cine (no al revés) y nos desarrollamos en el amplio espacio del audiovisual. Y como tales, vamos a disputar y a defender ese espacio por un “sentido común” nacional, federal, independiente, democrático, plural y con perspectiva de género. Es parte de nuestra identidad peronista forjada en la lucha al calor de los mejores fulgores de nuestra Historia. 

Porque además sabemos que es el cine y el audiovisual una de las mejores fraguas en la disputa por el sentido y la identidad de nuestros valores para una democracia con justicia social.

Para enfrentar esta situación de espanto se requiere conocimiento profundo del sector, decisión política, audacia y sobre todo una identificación plena con los postulados del programa que nos llevó a la victoria en 2019. 

Nuestras conversaciones, en los encuentros que venimos manteniendo, se enmarcan en estas cuestiones y en la preocupación por la ausencia de una convocatoria real que permita aportar en las soluciones que faltan y que todo el sector espera con ansia y con un desgaste inédito.

Lo que nos conmueve hasta la irritación es que, estando los resortes de las soluciones al alcance de la mano, no se pongan en práctica, se demoren o simplemente se opte por continuar por caminos que ya se han probado equivocados o directamente perjudiciales. 

Somos un sector con firmes raíces en la construcción de un imaginario cultural propio, y al mismo tiempo somos potencialmente una de las actividades con mayor presente y futuro. Tenemos las herramientas y el talento para generar un mercado interno, exportar, recuperar divisas. Se trata de una industria “limpia” que en el mundo crece día a día.

Nos duele pensarnos como una factoría de servicios en la que el valor agregado y los derechos de autor queden en manos de empresas con aspiración oligopólica que ni siquiera hoy en día tributan en el país.

Tenemos que elaborar con urgencia políticas activas de fomento y financiamiento con justa representación de género, con acceso a créditos y subsidios en todo el país, un plan de medidas impositivas agresivo que promueva la competitividad y multiplique la producción y la exportación, desarrollar un plan de distribución y exhibición nacional y regional para toda América Latina y también Estados Unidos, Europa, África y Asia.

En todo el mundo el audiovisual argentino se ha ganado el reconocimiento, es necesario reconvertir la situación para que no sea solamente una leyenda del pasado, o la excepción de dos o tres empresas poderosas.

Es una obligación devolvernos nuestra soberanía audiovisual.

La PATRIA necesita una política cinematográfica y audiovisual dirigida a fomentar a los más y no a los menos, pendiente una vez más de revertir cada asimetría provincial y hoy más que nunca con perspectiva de género y en absoluta igualdad.

Somos un sector que ha sabido trabajar la interacción virtuosa entre el sector público y el privado, dejando de lado cualquier cerrazón y la soberbia que siempre resulta ineficaz y antidemocrática. Esas miradas y actuaciones solo permiten la permanecía de un esquema agotado que agrava la dependencia cultural, cinematográfica y audiovisual.  

Somos nosotras las argentinas y los argentinos, quienes tenemos que tener la opción de decidir qué historias queremos contar y cómo. No solamente las plataformas o exhibidores con domicilios en paraísos fiscales.

Como PERONISTAS DEL CINE Y EL AUDIOVISUAL sentimos la obligación de trabajar junto al Estado Nacional para pensar, accionar, regular y desarrollar todos los mecanismos necesarios del fomento que nos devuelvan la capacidad de soñar y permitir que se levante una vez más “una nueva y gloriosa Nación”. 

Por eso, es con todas y con todos. PERONISTAS DEL CINE y el AUDIOVISUAL 

Marcelo Schapces

Hugo Castro Fau

Paula de Luque

Natalia Videla Peña

Martín Jauregui

Sandra Gugliotta

Mariel Bomczuk

Javier Leoz

Diego Gachassin

Gustavo Postiglione 

Edgardo Bechara El Khoury

Fernando Musa

Siguen las firmas ...