En una reunión virtual que mantuvieron la intendenta capitalina, Bettina Romero, acompañada por el coordinador de Planificación y Control, Bernardo Racedo Aragón, con el embajador de los Estados Unidos, Edward Prado, y funcionarios de la Embajada Argentina en Washington, acordaron avanzar en estudiar la factibilidad para que Salta pueda convertirse en una Ciudad Inteligente.

El acuerdo prevé una subvención de USD 869.200 por parte de la Agencia de los Estados Unidos del Comercio y Desarrollo (USTDA), que será destinada a financiar la implementación del Proyecto que consta de un estudio de factibilidad que incluye aspectos técnicos, financieros y ambientales sobre cuatro ejes: extensión de fibra óptica, desarrollo de centros de datos, transporte inteligente y gestión de crisis.

La empresa norteamericana que realice el estudio, será previamente seleccionada por el municipio, y estiman que en un año estaría finalizado, lo que le permitiría a la municipalidad salir a pedir algún tipo de financiamiento externo para comenzar a implementarlo.

El coordinador de Planificación y Control, Bernardo Racedo Aragón, en diálogo con Salta/12 explicó que lo que los Estados Unidos está facilitando es “como los planos de la casa, porque van a realizar una consultoría a través de una empresa de ellos, para realizar la factibilidad para el desarrollo de una Ciudad Inteligente”.

El funcionario aclaró que “inteligente” no es solamente la distribución de la fibra óptica, sino que significa saber a dónde debe haber Nodos, cómo debe ser la fibra óptica a colocar, de qué tipo, cómo comunicar organismos e instituciones con la infraestructura, “cómo se conecta en sí misma toda la red municipal”. “Implica desde los semáforos hasta la seguridad, pasando por el transporte y otros ámbitos”, añadió.

A su vez, informó que el interés del país del norte deviene “de lo que los países desarrollados tienen estipulado internamente como Agencias de Cooperación para los que estamos en vías de desarrollo”. Allí comentó que él mismo estuvo en Japón estudiando a través de una de esas modalidades “pagado por el Estado japonés, lo mismo que pasa con la alemana GTZ para mejorar y fortalecer el turismo”. Ese apoyo lo definen de acuerdo a lo que ellos consideran centrales y para los cuales destinan fondos.

El coordinador municipal recordó que éste es un proyecto que se presentó con anterioridad a esta gestión y que ellos recuperaron y lo volvieron a activar para avanzar en la posibilidad de tener una ciudad más inteligente desde lo tecnológico.

Este medio le preguntó el por qué de la imposición de una empresa extranjera cuando se podría realizar con trabajo argentino: “es normal que esto suceda como única condición para que arriben los subsidios”,contestó, pero añadió que esa firma podrá contar con una base local de hasta un 20% del contrato, “el relevamiento de lo que hay a nivel local, posiblemente lo haga una empresa argentina”.

También resaltó que el municipio nunca recibirá el dinero, sino que a medida que se cumplan las etapas de implementación estipulados, el ejecutivo recibirá la facturación “y los norteamericanos acordarán directamente con el proveedor”.

“Ese plano”, detalló el funcionario, “a lo mejor te representa el 4 o 5% de la casa, pero si no lo tenés no podés avanzar, y cuando lo tengamos, vamos a poder pedir los fondos necesarios, con un estudio serio”. Una vez que el municipio haga la selección de la empresa consultora “en unas dos semanas”, el tiempo para comenzar es de “más o menos 60 días, y la ejecución otros ocho meses”. Por lo que estimó que a finales del 2021 el municipio contaría con el proyecto final “para ir al BID u otro organismo internacional a pedir que nos financien la ejecución”.

Aprobado por Ordenanza

El Proyecto de “Salta Ciudad Inteligente” fue contemplado en la Ordenanza 15.545 aprobada por el Concejo Deliberante en 2019, durante la gestión del ahora gobernador Gustavo Sáenz, y autoriza al Ejecutivo municipal a suscribir el acuerdo con la USTDA a la vez que establece la conformación de una Comisión de Seguimiento encargada de analizar el avance del proyecto integrada por tres concejales; un representante de la Universidad Nacional de Salta; uno por la Universidad Católica; otro por el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines (COPAIPA) y uno en representación de la Secretaría de la Modernización municipal.

Por parte de los ediles, esa comisión estará conformada por Ana Benavides, José Gauffín y Jorge Altamirano. Para Racedo Aragón fue una buena medida adoptada por el Concejo ya que “en la primera reunión obtuvimos muy buenas devoluciones que sirven para tener en cuenta a la hora de avanzar con el estudio”.

Consultadas por la Ordenanza que se aprobó en el Concejo Deliberante en 2019, Cristina Fofani del Partido Obrero y Lihue Figueroa por el PV, dos de los cuatro opositores que tenía ese cuerpo, dijeron desconocer en qué momento se presentó ni en por qué comisiones pasó.

Fofani se mostró muy sorprendida y aseguró que ella misma revisaba todos los asuntos entrados en cada comisión, y sospecha que el proyecto ingresó directamente, sin tratamiento, y se aprobó entre gallos y medianoche dentro de algún paquete de ordenanzas.