Desde su casa en Nueva York, Gustavo Casenave se asoma a la ventana de la plataforma digital. Hace unas horas que fue galardonado en la 21ª ceremonia de entrega de los Grammy Latinos como“Mejor álbum de tango” por Fuelle y cuerda, un disco con composiciones propias que editó el año pasado con su cuarteto. Es la quinta nominación y la segunda victoria del pianista y compositor uruguayo radicado en Estados Unidos, que está tan contento que sonríe ante la malgastada broma de que en Buenos Aires, cuando un uruguayo hace las cosas bien, se lo llama “rioplatense”. “Está el tango que nos une, es una de las tantas cosas que tenemos en común”, dice Casenave, que en realidad quiere hablar de Fuelle y cuerda, de su cuarteto y de la alegría da haber sido elegido entre nominados como Jorge Calandrelli, Alejandro Fasanini, Rodolfo Mederos y el trío que integran Pablo Estigarribia, Víctor Lavallén y Horacio Cabarcos.

“Siempre confío en mi trabajo, pero no puedo dejar de reconocer que haber sido elegido entre semejantes músicos le da a este premio mucha más importancia”, asegura el pianista. “Sobre todo confío en mi cuarteto: en bandoneón está Héctor del Curto, que fue parte de la orquesta de Pugliese, el contrabajista es el cordobés Pedro Giraudo, que hace dos años también ganó un Grammy. Y el violinista Nick Danielson, que conoce muy bien las cosas del tango porque vivió de chico en la Argentina; además fue parte de Tango Argentino y grabó con Pablo Ziegler”, presenta. “Siempre pensé que con este cuarteto hacemos tango a la altura de los mejores”, agrega Casenave.

Fuelle y cuerda se editó el año pasado a través del sello Audio Netwok y contiene ocho tangos compuestos por Casenave. Son piezas poderosamente arraigadas en la tradición del género, cuya escritura no desdeña gestos de modernidad, pero que como en la mejor tradición de la música de raíz popular se completa en la excelente interpretación del cuarteto. “Cajita de ilusiones”, “Villa Dolores”, “Impulso tangero” y el tema que da nombre al disco, además del vals “Pelona”, que cuenta con la participación del guitarrista Nacho González, dan cuenta de un compositor atento a los distintos estilos y sus desarrollos.

“Toqué en muchos de los grandes shows de tango que pasaron por Estados Unidos, desde Forever Tango hasta Tango Fire, donde siempre están más o menos los mismos tangos, con arreglos muy parecidos. De ahí mi idea de componer tangos para tratar de ir más allá de los estereotipos del género, conservando los estilos. Tengo además la gran ventaja de que con los músicos del cuarteto hace más de quince años que venimos tocando juntos. Más que colegas, somos grandes amigos”, asegura Casenave.

-Entonces, ¿componés pensando en los músicos del cuarteto?

-Absolutamente. Sé perfectamente qué puede hacer cada uno de ellos y escribo a partir de eso. El tema con el que comienza el disco se llama “A Don Hetore” y está dedicado a Curto, como “A Don Nick” lo escribí pensando en Danielson. Inspirarse en ellos para escribir música es maravilloso: son músicos abiertos, versátiles, con muchísima experiencia, que saben el sonido que busco y que resuelven de la mejor manera cualquier cosa que yo escriba.

El jazz y la música clásica completan el tridente expresivo de la actividad musical de Casenave, que también compuso músicas para el cine y el teatro. “Hoy los músicos tenemos que ser un poco como los camaleones. Para vivir hay que aprender a hacer un poco de todo. En materia de jazz para este año tenía proyectada una gira en trío con Eddy Gómez y el percusionista tucumano Franco Pinna, pero con el tema de la covid todo quedó suspendido”, comenta Casenave. Y concluye que “también por eso, esta alegría del Grammy es especial”.