El presidente electo de Estados Unidos Joe Biden nominaría al general retirado Lloyd Austin como secretario de Defensa. Sería la primera vez que un afroamericano llega a jefe del Pentágono, cargo que supone el control civil del estamento militar. Austin, de 67 años, había participado en las guerra de Irak y Afganistán. Si bien la noticia aún no fue oficializada, los medios estadounidenses The New York Times, ABC y Politico lo dan por hecho. El exgeneral tendrá bajo su mando al mayor ejército del mundo, con 1,3 millones de tropas activas. El 43 por ciento de ese total está conformado por hombres y mujeres de minorías étnicas, de los cuales el 16 por ciento son negros. De confirmarse su postulación, el exmilitar podría llegar a ser resistido en el Congreso, que debe dar el visto bueno. Esto se debe a que no cumplió los siete años necesarios fuera de las fuerzas para ocupar el cargo.

Militar de carrera

La nominación de Austin se conoce en medio de la creciente presión sobre Biden para que nombre a más miembros de minorías en puestos clave de su gabinete. De los 41 comandantes de mayor rango en el ejército de EEUU solo dos son negros, informó el diario The New York Times. Austin pasó cuatro décadas en el Ejército. Se graduó de la Academia Militar de West Point y siguió una carrera con una amplia gama de asignaciones, desde liderar pelotones, dirigir grupos de logística y supervisar reclutamientos, hasta altos puestos en el Pentágono. En marzo de 2003 ofició como asistente del comandante de la 3ª División de Infantería cuando esta marchó de Kuwait a Bagdad en la invasión estadounidense de Irak. En tanto, desde finales de 2003 hasta 2005, estuvo en Afganistán al mando de la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada 180, principal grupo de operaciones en la región.

Con el expresidente Barack Obama en la Casa Blanca, el exgeneral había asumido como director del Comando Central del Ejército (Centcom) entre 2013 y 2016. Este organismo supervisa las acciones militares en Medio Oriente, abarcando especialmente a Irak, Irán, Siria y Arabia Saudita. Además Austin fue el encargado de dirigir la campaña militar estadounidense contra Estado Islámico en la región. Para ocupar este cargo había sustituido a Jim Mattis, quien posteriormente se desempeñó como secretario de Defensa del presidente republicano Donald Trump entre 2017 y 2019.  En 2015, Austin tuvo un traspié en el Congreso. Durante una audiencia tuvo que admitir que el Pentágono había gastado 500 millones de dólares en un programa para entrenar a combatientes opositores sirios que no sirvió prácticamente de nada. 

Conflicto de intereses

El exgeneral se retiró del Centcom en 2016 y pasó a la industria de la defensa

, como muchos de sus predecesores. Se incorporó a las juntas directivas de Raytheon Technologies C.O., uno de los mayores contratistas del Pentágono; Nucor, el mayor productor de acero en EEUU; la aseguradora médica Tenet; y en 2016 fundó Austin Strategy Group LLC, otra compañía relacionada con Defensa. Su puesto en algunas de estas empresas es señalado por sectores progresistas que hablan de conflicto de intereses. Desde las filas demócratas le pedirían que se excuse de las decisiones relativas a estas compañías.

Para asumir, Austin también necesitará una aprobación especial del Senado. Esto se debe a que la ley federal establece que los oficiales militares deben esperar siete años después de jubilarse para servir como jefe del Pentágono. Sin embargo esta excepción ya se otorgó dos veces, la más reciente para Mattis. En ese entonces los miembros del Senado se pusieron de acuerdo a regañadientes, en medio de preocupaciónes sobre los planes de Trump para las fuerzas armadas, y varios legisladores habían manifestado que no volverían a hacerlo. "No debería ser considerado por la misma razón que el secretario Mattis no debería haberlo sido. (...) Biden sería el segundo presidente consecutivo en violar esta norma", dijo el congresista republicano Justin Amash en una publicación en Twitter.

El exgeneral era uno de los tres candidatos que sonaba para el puesto junto al ex secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson, también afroamericano, y quizás la favorita, la funcionaria del Pentágono Michéle A. Flournoy. Este última fue subsecretaria de Defensa durante la Presidencia de Barack Obama y también sonaba como la candidata más bien posicionada para encargarse del Pentágono en una hipotética victoria de Hillary Clinton en 2016. De ser nominada Flournoy se habría convertido en la primera mujer en liderar el Pentágono.

De esta manera, Biden sigue completando su Gabinete. En las últimas semanas había nombrado a Janet Yellen al frente del Tesoro; Antony Blinken como secretario de Estado; Alejandro Mayorkas como titular de Seguridad Nacional. La última flamante incorporación fue la de Xavier Becerra en Salud. El político de raíces mexicanas trabajará junto a Anthony Fauci en el plan para frenar el avance del coronavirus en el país. Becerra tiene una amplia experiencia en el Congreso y es un activo defensor de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, más conocida como Obamacare.