El precio del bitcoin volvió a sorprender al dispararse este jueves hasta los 23.500 pesos. Se trata de una suba del 15 por ciento en la jornada, del 25 por ciento en los últimos siete días y de más del 200 por ciento en el último año.

El bitcoin es la moneda digital más conocida a nivel internacional. Con la suba de estos días alcanzó un nuevo pico de precio y genera un fuerte debate entre los inversores.

Los adeptos de la tecnología blockchain aseguran que la criptomoneda tiene margen para seguir subiendo. Plantean que es el reemplazo natural al oro como refugio de valor en estos tiempos en los que predomina la digitalización e internet.

Los escépticos mencionan que en épocas de fin de año suele haber un boom de precios que luego se corrige en forma pronunciada generando importantes pérdidas para los inversores minoristas que apostaron en el momento álgido de la suba.

Los críticos de la criptomoneda aseguran que el bitcoin tiene distintos problemas que más temprano que tarde provocarán una fuerte caída de precios. Señalan desde el impacto ambiental que genera el gasto de energía para mantener la red de transferencia hasta su uso en los negocios en los que el dinero no se declara y se opera en forma ilegal.

Para los defensores de la moneda digital todos esos argumentos no son válidos. Consideran que la tecnología puede continuar mejorando y afirman que el verdadero poder del bitcoin es tener la capacidad de descentralizar la economía.

Esto implica por ejemplo que para tener activos seguros en una cuenta ya no es necesario contar con un banco sino que simplemente pueden guardarse en una address (o sea una cuenta) de la red de bictoin.

También implica que no es necesario tener un sistema financiero tradicional, una cámara de compensación de transacciones y muchos intermediarios para poder enviar pagos seguros (y sin riesgo de estafa) desde una cuenta a otra de la red de bitcoin.

Todo esto abre las puertas a un cambio estructural en la arquitectura financiera internacional y por ello la suba de la criptomoneda –si bien puede ser una burbuja- también genera expectativas de adopción masiva en el mediano plazo.

En los últimos meses ocurrieron algunos cambios de visión de las autoridades monetarias de los principales países desarrolladas respecto de los activos digitales. 

En muchas economías del primer mundo comenzaron a plantear con más ímpetu la posibilidad de desarrollar monedas propias en un formato similar al de la tecnología blockchain de las criptomonedas.

Incluso las principales potencias también mostraron mayor consenso para avanzar en un marco de regulación a los criptoactivos. Esto podría darle mayor legitimidad a bitcoin pero también a toda una serie de activos digitales que se fueron desarrollando en los últimos años para intentar mejorar los beneficios de la tecnología blockchain.

Entre estos activos puede mencionarse por ejemplo a Ethereum. Su precio de mercado aumentó más del 300 por ciento en el último año y buena parte de esta suba se dio en los últimos meses en sintonía con la resurrección de los precios del bitcoin.

En la experiencia internacional uno de los países que lidera las iniciativas nacionales para lanzar una moneda digital propia es China. Su proyecto comenzó hace más de cinco años y en 2020 tuvo una aceleración de los prototipos.

La Yuan digital comenzó a utilizarse en distintas ciudades de la potencia asiática como testeo antes de su lanzamiento masivo. China será el primer país de gran escala con un moneda 100 por ciento digital con características idénticas al billete papel.