Walter Freud, nieto de Sigmund y Martha, escribió el texto nombrado Un abuelo austríaco. El manuscrito, según nos enteramos, no fue publicado en su totalidad. Sin embargo, sí puede encontrarse algún fragmento en el libro de Helen Fry, Freud´s War. Si bien no tenemos muchas noticias del trabajo de Walter, se nos informa que se trata de un testimonio sobre la vida cotidiana de la familia Freud.

Walter frecuentó la vivienda de Berggasse 19 hasta sus diecisiete años, momento en que debió salir de Austria junto a su padre, quien ya había tenido algún que otro encuentro amenazante con la Gestapo. Las relaciones familiares de los Freud habían comenzado a verse alteradas con la llegada del nazismo a Viena y, de a poco, algunos lograron encontrar refugio en distintas tierras.

En lo que hay de accesible del escrito, puede leerse algo de la rutina de Sigmund Freud: “Después de una velada relajada y agradable, el abuelo se retiraba a su estudio y escribía sus libros, en mitad de la noche. A uno le gusta pensar que la atmósfera amistosa y acrítica de las personas que lo rodeaban, en quienes podía confiar absolutamente, lo ayudó a desarrollar y hacer avanzar sus teorías”.

El trabajo del abuelo, realizado en aquel clima benévolo, merece un reconocimiento a la influencia de Martha, a la que se adjudica un lugar en la obra de Sigmund.

Walter escribe:

“La primera estrella de esa corte fue sin duda la abuela. No solo fue la primera, sino que también fue la catalizadora que hizo que toda la corte funcionara. Ya he mencionado que los detractores del abuelo, incapaces de atacarlo por razones científicas, le han imputado malas prácticas sexuales, así como el cese de las relaciones sexuales y un cambio de afecto de su esposa a su cuñada. Estas historias fueron invenciones maliciosas o repetidas por quienes no tuvieron el privilegio de conocer a mis abuelos. Según mi experiencia personal, y lamentablemente mis propios padres me han dado muchas oportunidades para reconocer un matrimonio infeliz, mis abuelos paternos eran una pareja particularmente devota. La abuela estaba terriblemente orgullosa de su marido y hablaba de él constantemente. Todo el comportamiento del abuelo hacia su esposa mostraba su afecto... Si la abuela no hubiera sido la perfecta ama de casa, su esposo podría haber aprendido a arreglar los estantes de la cocina, cambiar arandelas y lidiar con el carnicero, pero no habría tenido tiempo para escribir sus Obras Completas de 24 volúmenes. El gran logro de la abuela en la vida fue proporcionar el tiempo y la libertad para que el abuelo siguiera sus ideas”.

Puede leerse que los 24 volúmenes escritos por Freud han sido posibilitados debido a las condiciones proporcionadas por Martha. Esto es: amor, tiempo y libertad.

*Miembro EOL y AMP.