La comunicadora Débora Yanela Gutierrez fue despedida el 21 de diciembre como trabajadora del área de comunicación institucional del Concejo Deliberante de la ciudad de Orán, ubicada en el norte de Salta. Semanas antes había denunciado al presidente del Concejo, Lucas Tévez, por violencia de género, y por hechos de acoso sexual contra ella. 

A raíz de ello, el Juzgado de Primera Instancia de Violencia Familiar y de Género del Distrito Orán ordeno al edil el cese del acoso y hostigamiento en "forma personal, verbal, escrita o a través de cualquier medio de comunicación" contra la joven. No obstante, el 1 de diciembre, el mismo día que se dio la notificación del Juzgado, se emitió la carta de despido a Gutiérrez, que recién le fue comunicada la semana pasada. 

A fines de noviembre último la periodista presentó otra denuncia contra Tévez, en realidad una ampliación de la acusación que ya había realizado en la primera quincena contra el presidente del Concejo por "conducta omisiva y facilitadora". En esa ocasión tambien denunció al secretario de Gobierno, Cristian Aimo, por coacción agravada y discriminación racial. En ese entonces, el juez Eduardo Carrizo, ordenó el cese de estos actos y se les impuso a ambos funcionarios la obligacion de capacitarse en materia de género y violencia contra las mujeres como lo establece la Ley nacional Micaela. 

"Cuando se hizo la ampliación de la denuncia, él (por Tévez) pasó por alto la orden de la Justicia y me manda el despido a mi casa", relató la comunicadora en conversación con Salta/12. 

El 1 de diciembre la jueza Adriana Maidana Vega, del Juzgado de Primera Instancia de Violencia Familiar y de Género, envió en carácter de "urgente", una nota al Jefe de la Unidad Regional Nº 2 de la Policía en Orán para que le notificara a Tévez la orden del cese de acoso y hostigamiento contra Gutiérrez. 

La comunicadora relató que en la ampliación terminó contando "todo lo que pasaba en el Concejo Deliberante, más lo que pasaba en la oficina del presidente". Eso llevó a que salieran a la luz ciertas acciones que Tévez tuvo en perjuicio de la denunciante. “Me proponía que tenga sexo con él a cambio de mi estabilidad laboral”, denunció.

“Comenzó tocándome el corpiño, luego me tocaba la cola o el pecho y cuando le reclamaba me decía que era broma. Yo me ponía incómoda y él me decía que yo tenía mal carácter, que me relaje, que si quería pasar a planta permanente él podía hacerme el favor, tocándose los genitales. Un día llegué a la oficina, a la cual no quería entrar sola, y cuando ingresé me dijo: 'Mirá como me ponés, tengo la p… dura”, contó la periodista al medio local Radio Cadena NOA.

Gutiérrez afirmó que terminó haciendo pública la situación porque se sentía sola, angustiada y lo hizo como "un grito de auxilio". Pero el alerta más grande lo tuvo cuando el edil se refirió a su hija de 14 años. "Me dijo 'vos me la tenés que entregar a mí porque cuando sea más grande no va a saber qué hacer'", contó la periodista.

Denunció que Tévez llegó a acosarla delante de sus compañeros de trabajo. Aún así, sabía que los testigos, que son parte del círculo chico de Tévez, no dirían nada por temor a perder su puesto laboral.  

Por su parte, el presidente del Concejo Deliberante dijo a Salta/12 que no fue notificado de tal denuncia y que el lunes se dirigirá a la Fiscalía Penal de Violencia de Género de la localidad para ponerse a disposición. Y que por lo tanto, no daría mayores declaraciones hasta no saber cuál es la situación.

Después de que circulara la noticia por diferentes medios locales, a Gutiérrez se la acusó de ser parte de una "movida política". "Yo no soy política y sólo quería ir a trabajar", se defendió y dijo que tras los hechos no tuvo apoyo por parte de funcionarios del gobierno de turno ni de los demás ediles, más allá de un comunicado de estos últimos. Eso la llevó a deducir que "es todo un sólo poder entre el Ejecutivo y el Legislativo". 

"Vos estás aquí porque yo te puse"

La comunicadora sostuvo que su intención "siempre fue ir a trabajar y de una forma diferente". Muy a su pesar contó que los acosos por parte de Tévez sucedieron desde diciembre, momento en el cual éste decide contratarla para las tareas de comunicación del Concejo. Antes estaba como coordinadora de prensa del municipio pero cuando asumió el intendente Pablo González la dejó sin ese cargo. 

Gutiérrez relató que cuando el concejal la llamó para que ocupe el lugar de prensa en su equipo de trabajo, donde además están el asesor legal y la secretaria administrativa, pensó que "iba a ser un grupo humano para trabajar tranquilamente". Sin embargo, el hostigamiento fue creciendo a medida que pasaban los días. "Le hablé en varias oportunidades, le decía que sólo iba a trabajar y que ejercía abuso de poder contra mí"

No obstante, las respuestas eran "vos estás aquí porque yo te puse". Para la comunicadora, cada día tenía un significado distinto. Los sábados y domingos, sabía que estaba "más tranquila" porque no se cruzaba con Tévez, mientras que los martes y jueves, el contacto era menor por la actividad que se daba en el Concejo. "Todo el tiempo era ver cómo hago, o cómo me muevo", lamentó. 

Antes de realizar la ampliación de la denuncia, la comunicadora contó que otra mujer se le acercó para decirle que había sufrido las mismas situaciones por parte de Tévez. La mujer, que prefirió mantenerse en reserva, fue quien acompañó a Gutiérrez a la Fiscalía para denunciar los actos de acoso sexual. "Nos vimos que estábamos en la misma condición de vulnerabilidad y que no teníamos la contención de alguien más", afirmó.

"La pandemia fue la peor época para mí"

Durante la pandemia el accionar del concejal se incrementó. Tévez ordenaba a Gutiérrez que fuera al edificio municipal a pesar de las medidas de aislamiento. "Íban algunos concejales y a mí me tocaba ir porque así lo decidía él. En un momento, le dije que no sabía si había tenido o no covid porque me sentía mal", agregó. "La pandemia fue la peor época para mí, no había nadie", denunció.

Gutiérrez aseguró que nunca faltó a su trabajo y que en gran parte se debió al respeto que le guarda a la institución, "pero mientras tanto el presidente me humillaba constamente". 

La mujer entró trabajar en la Municipalidad porque su padre era empleado público y por reglamento un hijo o una hija puede ingresar en su lugar. Cuando se recibió de técnica en comunicación en la Universidad Nacional de Tucumán la gestión de gobierno anterior de Marcelo Lara Gros, la puso como coordinadora del área de prensa. 

A pesar de haber realizado la denuncia por abuso, la comunicadora se cuestionó que no lo haya hecho con anterioridad. Sostuvo que pidió ayuda de manera interna, pero nadie hizo nada. A pesar de ello, dijo que es sabido que esas acciones se repiten en las distintas oficinas del Concejo, y que "si yo me callaba, les podía pasar a más chicas". "Yo tengo la posibilidad de hablar y sé que otra no lo pueden hacer", señaló.

"Fueron meses de aguantar mucho y yo no sabía que había aguantado tanto hasta que llegué a la Fiscalía y lloré desconsoladamente", relató Gutiérrez, quien contó que en ese entonces ni sus amigos ni sus familiares sabían de la situación por el temor a ser juzgada. 

El 13 de noviembre los concejales del bloque del Frente de Todos de Orán difundieron un comunicado en el que repudiaban enérgicamente la violencia de género, acoso laboral, financiero y discriminación racial contra la periodista. Aún así, Gutiérrez dijo que no hay contención hacia quienes sufren este tipo de situaciones dentro del Concejo.

"Él decide todo el manejo de la institución y si esta institución se mueve con esa cabeza perversa lo están apañando", subrayó. Pese a que participó en diferentes capacitaciones sobre violencia de género, "nunca pensé que iba a ser tan distinto cuando le pase a una". "A la hora de la verdad, no hay nada. Solo silencios, ataques y más humillaciones", recriminó.